lunes, 28 de marzo de 2016

Más ciencia ficción: La tierra permanece



La tierra permanece (Earth abides) es una novela de ciencia ficción post-apocalíptica, escrita por George R. Stewart y publicada en el año 1949. Stewart (1895-1980) fue un historiador y novelista americano, conocido por esta novela, y por comenzar la tradición de nombrar a los huracanes, ya que en su novela “Storm”, la tormenta se llamaba María.


Earth abides narra la historia de Isherwood Williams, un joven estudiante de geografía, amante de la naturaleza. En una de sus excursiones, es mordido por una serpiente de cascabel, y permanece inconsciente durante unos días aislado en la sierra. Cuando regresa a la civilización, se encuentra con una catástrofe que ha barrido la población americana, dejando apenas unos cuantos supervivientes repartidos por el país. Así comienza esta interesante historia, que se extiende durante toda la vida del protagonista.

El autor se interesa primero por la evolución de las especies animales, sobre todo aquellas más relacionadas con los hombres: ganado, hormigas, ratas y perros. Hace interesantes suposiciones sobre los nuevos equilibrios ecológicos y la relación entre supervivientes humanos y fauna, ahora situados de nuevo en un mismo nivel. También analizará la supervivencia y deterioro de las infraestructuras. ¿Cuánto tiempo funcionarán las luces, los coches, el suministro de agua? ¿Aguantarán las carreteras, los puentes, las casas? ¿Funcionarán las armas, aguantará la pólvora de los cartuchos, durarán las latas con provisiones?. Finalmente, se centrará en la evolución cultural de los supervivientes, la creación de una nueva sociedad, las relaciones de pareja y de familia. Temas como el liderazgo, la violencia, la solidaridad, son tratados de una manera un tanto distante y desapasionada, pero muy interesante y razonable.

La estructura del libro está muy bien pensada, con tres periodos principales centrados en la juventud, madurez y vejez del protagonista, y dos interludios que resumen los acontecimientos de los años más rutinarios. El autor utiliza un lenguaje preciso, una narración entretenida pero con momentos reflexivos e incluso poéticos. Es uno de los primeros libros de ciencia ficción del subgénero apocalíptico, pero mantiene su vigencia, y de hecho, es probablemente uno de los más sólidos científicamente. El autor no necesita acontecimientos extremos, no recurre a grandes explosiones, ni a malvados de cómic, no necesita muertos vivientes en cada esquina ni alienígenas cabrones para transmitir desasosiego y tensión. En definitiva, un apocalípsis comedido para transitar a una nueva etapa de la historia de la tierra, una novela clásica de ciencia ficción, imprescindible.





domingo, 20 de marzo de 2016

Toledo siempre es una buena opción (II)

Por sus monumentos:
El maravilloso Monasterio de San Juan de Los Reyes:
 
 
 
 
 
 
La impresionante y bellísima Sinagoga del Tránsito
 
 
Por sus exposiciones:
Cervantes y el Siglo de Oro de Alberto Romero en el Archivo Histórico Provincial
 
 Y por ella misma...
Toledo siempre es una buena opción.


sábado, 5 de marzo de 2016

Toledo siempre es una buena opción

Por sus monumentos (iglesia del Real Colegio de Doncellas Nobles)....
 
 
 
 
 
Por sus exposiciones (Archivo Vasil, Sucedió en Toledo, Centro Cultural San Clemente)....
 
 
 
 Por ella misma.....