miércoles, 14 de mayo de 2014

Un mundo feliz


Un clon de Chiquito de la Calzada en la cadena de producción


Aldoux Huxley es un famoso escritor inglés de ciencia ficción. Nació en Godalming en 1894, y era nieto del famoso científico Thomas Huxley, que defendió vehementemente las teorías de Darwin. Aldoux comenzó su formación con la botánica, pero acabó estudiando literatura inglesa en Oxford. Probó a dar clases de francés en Eton, pero no le fue bien, y posteriormente tuvo varios trabajos. En 1937 se mudó a los EE.UU. con su mujer e hijo, y ya no abandonaría este país. Se interesó mucho por la filosofía oriental, y trabajó como guionista en Hollywood, aunque con poco éxito. Después se interesaría por el ocultismo y el movimiento psicodélico, e incluso experimentó con LSD.
De todas sus novelas, sólo he leído la más famosa, Un mundo feliz (Brave  new world, 1932). Recuerdo haberla leído en el colegio, pero sólo conservaba un vago recuerdo de la historia. La acabo de releer recientemente, y me ha gustado, aunque no me resulta tan impresionante como 1984, la otra gran novela distópica de la época. Un mundo feliz se ambienta en Londres, en el año 2.540. La sociedad está organizada en castas, dirigida por los alpha, con trabajadores cada vez menos especializados en los grupos beta, gamma, delta y épsilon. Para lograr la felicidad, se ha abolido la maternidad y la pareja estable. Todos los humanos son niños probetas, condicionados desde pequeños para realizar su trabajo eficientemente y no rebelarse. Huxley describe con detalle y basándose en la ciencia de su tiempo las técnicas químicas, hipnóticas y conductuales para lograrlo. Esta descripción es excelente, y todavía hoy resulta muy inquietante.
El título de la novela está sacado de la última y más compleja obra de Shakespeare, La Tempestad:
O wonder!
 How many goodly creatures are there here!
 How beauteous mankind is! O brave new world,
 That has such people in't.
—William Shakespeare, The Tempest, Act V, Scene I, ll. 203–206
Esta y otras obras de Shakespeare juegan un papel importante en la novela, en la que el autor demuestra su cultura literaria y científica. Uno de los personajes, John “el salvaje”, tendrá que enfrentarse  a un nuevo mundo, como Miranda en La Tempestad, pero la nueva sociedad no podrá satisfacer las necesidades de un humano no condicionado adecuadamente…
La novela aborda temas como el individuo frente a la sociedad y los sistemas totalitarios, el utilitarismo de la sociedad de consumo,  la religión, las drogas (la famosa soma), y el sexo. Resulta entretenida y mucho menos siniestra que 1984. Los dirigentes del nuevo mundo son bastante menos crueles y más ilustrados que el Gran Hermano de Orwell. Curiosamente, Huxley contrapone el mundo feliz a la vida dura y poco desarrollada en una reserva india de EE.UU. Por ello, el Londres del futuro no sale tan mal parado. La parte más inquietante es el condicionamiento, que nos hace reflexionar sobre nuestra propia educación. ¿Hasta qué punto nuestras creencias y valores más arraigados vienen condicionados por el régimen político y social que nos ha tocado vivir…?

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