miércoles, 17 de abril de 2013

Evil Dead

Para una vez que en una reunión de amiguetes, aunque el motivo sea ayudar a la desintoxicación de la protagonista, a uno le da por leer en vez de beber hasta caer redondo, resulta que elige un extraño libro encuadernado en piel humana, escrito con sangre, que resulta ser el “Libro de los Muertos”, y se las apaña para interpretar las complejas formulas y rituales que contiene despertando, sin querer, a una serie de entidades malignas. ¡A partir de ahí estás jodido!

La única manera de ver esta película sin experimentar repugnancia, auténtico pavor y eludir unos sustos del carajo, es poner los ojos en modo persiana veneciana para verano. Solo así podrás salir del cine dignamente, como un machote, y decir que no era para tanto. Pero si que lo es.

¿Es esta versión peor que la original de San Reimi? No lo sé porque no he visto la primera. ¿Se puede recomendar esta película? Nooooooo, salvo que estés seguro de que la persona a quien se la aconsejes tenga estomago suficiente para aguantar tantas escenas gore y un corazón fuerte a prueba de sobresaltos. ¿Es una buena película? Yo afirmo que sí. Como amante del terror, que siempre arrastra el estigma de ser considerado un género inferior, he de decir que cumple de manera sobresaliente los requisitos que exigen las normas de calidad: el demonio es espeluznante, la cabaña en medio del bosque terrorífica, la sangre corre a raudales y no dejas de experimentar miedo y asco en el bosque, que no en las Vegas.


Fede Álvarez, el director, con ese nombre tan amigable y cercano, no sé si en un intento de alejarse de la versión de Reimi, rechaza la utilización de dos elementos habituales en este tipo de películas: no hay ni humor ni sexo. ¿Qué consigue con eso? Pues que no te relajes en ningún momento, que no bajes la guardia ni dejes de prestar atención y que la hora y media de metraje suponga una auténtica oda sanguinolenta y escalofriante durante la cual casi, casi, llegas a vomitar en algunas de las escenas.

Estamos ante una cruenta recopilación de los mejores instrumentos y objetos para matar (cuchillos, sierras eléctricas, escopetas), las técnicas “más depuradas” para lograrlo (hoguera, enterramiento en vida, desmembramiento, caídas en el baño…) y una selección de los miedos psicológicos que más atemorizan a los humanos (la culpa, la soledad, no ser capaces de ayudar a las personas que queremos...).

Grité mucho y bien. Experimenté náuseas a veces. Cuando me fui a acostar me acordaba de algunas escenas…

La película es buena.

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