sábado, 24 de noviembre de 2012

Pronto, Montalbano sono!


Catarella, Montalbano, Fazio y Mimi Augello en la Comisaría de Vigata.

Amanece en Vigata, un pintoresco pueblo de Sicilia. Un hombre de mediana edad nada un rato antes de prepararse un estupendo desayuno en la terraza de su casa. Pero justo cuando empieza a beberse el café, recibe una llamada urgente de la comisaría. Al parecer, en algún recóndito lugar de la provincia de Montelusa ha aparecido un cadáver. Así comienza un episodio más de la estupenda serie de la RAI, “Comissario Montalbano”, que adapta las divertidas novelas del escritor italiano Andrea Camilleri sobre el comisario Silvo Montabano.
Entré en contacto con este escritor a través del Club de Novela Negra de la Librería Taiga de Toledo, y desde entonces me  he enganchado a él, y he leído toda la serie publicada hasta ahora (salvo la última que acaba de salir). Recientemente he visto los 18 episodios de la serie producidos por la RAI  entre 1999 y 2008 (en 2011 se han producido otros cuatro más). Esta serie es curiosa ya que sigue casi a tiempo real las propias novelas de Camilleri, con lo que observamos a su vez los cambios en los personajes, la tecnología, etc.
La serie adapta de manera extraordinariamente fiel las novelas de Camilleri, y algún relato corto. La duración de cada episodio, 1 hora y 45 minutos, permite desarrollar plenamente la trama de las novelas (que de por si son bastante cortas). Reconozco que comencé a ver el primer episodio con cierto escepticismo, ya que me había formado una idea mental sobre los personajes y lugares descritos en los libros, y temía verme decepcionado por la adaptación. Sin embargo, en este caso ha sido lo contrario. Desde ahora, el comisario tiene inevitablemente el rostro de de Luca Zingaretti (que borda su interpretación), su sufrida novia Livia el de Katharina Böhm, el mujeriego Mimi Augello será siempre Cesare Bocci, el eficaz inspector Fazio es Peppino Mazzotta, el indescriptible Catarella, Angelo Russo (quizás el personaje más complicado de adaptar sin caer en el rídículo), la bella y divertida Ingrid es Isabell Sollman, etc.
El tenaz comisario tendrá que lidiar con todo tipo de dificultades. En algunas ocasiones, serán la falta de recursos, jefes ineptos, intereses mafiosos,  prensa sensacionalista, etc…y en otras, bellísimas mujeres le pondrán todavía en más aprietos. Pero en sus pesquisas contará también con fieles aliados, y no dejará por un momento de disfrutar de la comida, paisajes y gentes de su amada Sicilia. Montalbano tratará de respetar ley, siempre que no se interponga en el camino de la justicia…
Pocas veces hemos podido disfrutar de una adaptación tan perfecta de una serie de novelas a televisión. Ver la serie es prácticamente releer las novelas, con la gran ventaja de escucharlas en un italiano divertido y fácilmente entendible con los subtítulos (no es nada recomendable ver la serie doblada porque pierde toda la gracia).

De vez en cuando,  una serie de este estilo “me cambia la vida” durante un tiempo. De repente, me veo envuelto en las vidas de personajes que poco a poco dejan la ficción para ocupar una dimensión algo más real. Ya me pasó con los atormentados personajes de  “A dos metros bajo tierra”, con los políticos todavía honrados de “El Ala oeste de la Casa Blanca”, con los divertidos frikis de “La Teoría del Big Bang”, con los policías y traficantes de "The Wire", etc. Lo mismo me ha ocurrido con “Comisario Montalbano”. Llegar a su fin crea un cierto vacío…pero afortunadamente me esperan otros cuatro capítulos, rodados en 2011, y su última novela, “La danza de la gaviota”. Al parecer, esta novela transcurre cerca del rodaje de la serie. El comisario no está nada contento con el actor que le interpreta, más joven y atractivo que él…
 
 

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