domingo, 26 de agosto de 2012

Hostias como panes




Hubo una época en la que seguí prácticamente todo el cine que se estrenaba en el género de acción, subgénero “que te pego, leche”. Por supuesto, vi todas las películas de la serie de Rocky, y las de Rambo. Cada cual peor que la anterior, eso si. Stallone estrenó además unas cuantas películas de acción bastante entretenidas: El Juez Dredd (basada en el conocido cómic), el especialista (más interesante), demolition man, Tango y Cash…A pesar de su careto de cartón piedra, Stallone se convirtió en un “clásico” de este subgénero un tanto macarra. Inolvidables sus frases “no me siento las piernas”, y “esto es un infierno”, coletillas muy socorridas para los tiempos que corren…

Y que decir de nuestro ídolo austroamericano, el gran Arnold Schwarzenegger…su “I’ll be back” de Terminator también ha pasado al repertorio de citas clásicas del género. Estas tienen la ventaja de ser cortitas y fácilmente recordables y utilizables en todo tipo de situaciones. ¿Quién no ha tratado de pronunciar alguna vez “volveré”, “sayonara baby”, o “hasta la vista”, con voz de sietemachos? Pero en el resto de Terminators, por desgracia Arnold se vuelve bueno y defiende a la humanidad, en un claro acto de traición a su especie robótica.

Arnold nos ha dejado estupendas escenas de leches, lo mismo en Cuenca haciendo de Conan, que en un Marte asfixiado por una corporación malvada (otra más), en “Total recall” (de la cual hay un remake en marcha, por cierto). Schwarzenegger también probó suerte con desigual resultado en la comedia y en la política (o era al revés…)

Otro actor acostumbrado a las explosiones, tiros y demás cariñitos es Bruce Willis, aunque cuenta con una filmografía más variada que los anteriores. Pero vamos, si hay que repartir leña, no se corta un pelo. Que se lo digan a los malos de “Die Hard”, que le perseguían por torres, aeropuertos, ciudades y donde fuera, sin éxito. Bruce Willis tiene películas de más calidad, como El sexto sentido, o el quinto elemento.

Menos cine interesante ha rodado Jean-Claude Van Damme, con alguna excepción, como la aceptable película de ciencia ficción “timecop”, y la de acción “máximo riesgo”. Van Damme da buenas galletas, pero su especialidad son las patadas inverosímiles, con efectos devastadores en el macarrilla traficante de turno. La más memorable es aquella escena en la que enfrentado a dos gorilas tipo armario de tres cuerpos, armados con machetes de cortar caña de azucar, le suelta al más goriláceo: “guarda tu pinchito que vas a hacer daño a tu novio”, o algo así…

Y luego teníamos a Chuck Norris, pero este es el único que no me gustaba, así que no tengo culturilla friki para comentarlo. Sólo lo he visto a ratos en la tele, con traje mimetizado y repartiendo esparto, pero claramente pertenece al grupo.

El cine de sopapos está de capa caída. Ya quedan pocos duros como los de antes, salvo honrosas excepciones, como Jason Statham, con una trilogía aceptable, “the transporter”. No es lo mismo, pero bueno, cuando se pone también tiene su mala leche.

¿Quieres ver a toda esta peña y alguno más que se me queda por el camino? Puedes hacerlo en “Mercenarios 2”, una peli mala mala , pero con el aliciente de ver que aun viejunos, todavía saben soltar alguna colleja que otra.

http://es.wikipedia.org/wiki/The_Expendables_2

Sólo falta el Steven Seagal, quizás con su deriva místico orientalista ya no es partidario de la violencia, sino de la ecología. Eso si, a las malvadas corporaciones que quieren cargarse Alaska, también les suelta hostias como panes….











Headhunters

 Esta es una de esas películas de la cual no has oído hablar pero que, ante la pésima oferta del verano, eliges simplemente por descarte de las otras. Y entonces ocurre que, de repente, te encuentras con algo que no esperabas: una mezcla de thriller, film de acción, espionaje y humor que te engancha y sorprende desde el minuto uno.

Un director desconocido de nombre casi impronunciable, Morten Tyldum, nos presenta una estupenda historia con un elenco de actores también desconocidos, excepto Nikolaj Coster Waldau, actor danés famoso en el mundo entero, por su soberbia interpretación de un malo que está muy bueno (no hay más que contemplar la foto): Jaime Lannister en “Juego de tronos”.
Aparentemente vamos a introducirnos en la aburrida vida de Roger, un frío y estoico cazatalentos noruego, acosado por las deudas que acumula gracias a su empeño por vivir muy, pero que muy, por encima de sus posibilidades, casado con una imponente mujer que igualmente, dada la más que evidente diferencia de atractivo físico entre ambos, también parece por encima de sus posibilidades, lo cual le genera bastante inseguridad y estrés.

Enseguida nos enteramos de que el inexpresivo Roger cuenta con otra fuente de ingresos, en apariencia segura y fácil. Cuando aparece en escena el atractivo Clas Greve se enmaraña tanto su matrimonio como su doble vida, lo que le obligará a comportarse de una manera que nunca hubiera imaginado.

La película, que arranca de manera suave, te introduce de golpe en un paroxismo de violencia, sangre y muerte que te deja literalmente pegado a la silla. El ritmo se vuelve vertiginoso, casi no puedes seguirlo.

Aunque en muchas ocasiones crees adivinar lo que está pasando y casi empiezas a perder el interés, el guión es tan bueno que está repleto de trampas en las que el espectador incauto cae una y otra vez, sin llegar a saber cuál será el desenlace hasta el final. Y todo eso sin olvidar las perlas de humor macabro, escenas muy bestias, sí, pero que te arrancan más de una sonrisa.

Pese a la velocidad con que todo sucede asombra el perfecto engranaje en el que se inserta cada palabra, cada escena, cada detalle por nimio que parezca. Todas las piezas tienen su lugar en el genial puzle final que es la película.

¡La recomiendo!

domingo, 19 de agosto de 2012

Ted (Seth MacFarlane, 2012)


Podría haber sido The Ultimate Frikada

Seamos sinceros: ¿quién no habría querido (o querría) tener un osito de peluche que cobrara vida y se convirtiera en su mejor amigo? Con ese simple ingrediente, el cartel de la película y la dirección de Seth MacFarlane (Padre de familia), dado además que estamos en agosto y las cosas del cine se miran con más relajacion, pues uno va a verla por si se encuentra algo a mitad de camino entre la comedia tierna e irreverente.

Podría haber sido así, porque hay elementos para ello, y la peli está llena de guiños de un alto componente friki, como la marcha imperial de la Guerra de las Galaxias que lleva el prota en el móvil para identificar las llamadas de su novia, la aparición de Sam Jones interpretando un Flash Gordon juerguista, un personaje frustrado de la vida que a mi me ha sonado a Norman Bates en cutre y que no quiere otra cosa que apropiarse del osito, la voz en off que inicia y finaliza la película con un afectado tono de cuento infantil, pero cargado de palabros malsonantes, Norah Jones reconociendo una relación poco convencional en su pasado...

Finalmente, y a pesar de estos y otros componentes que superan la comedia facilona y gruesa, acabamos encontrándonos un entretenimiento de momentos, sin mucho más, en torno al típico Peter Pan que a sus 35 no tiene ningunas ganas de ordenar su vida, para lo cual tiene la permanente ayuda de su “compitrueno” Ted, el oso de peluche macarra y fumeta (con la voz en castellano de Santi Millan); y por el otro lado, la novia del prota cuyo proyecto en la vida está en el momento opuesto, el de estabilizarse y entrar en el mundo de los adultos responsables.

Como digo, no hay demasiada continuidad frikeril, y así, después de un primer tramo en que la historia es presentada, pasamos largos minutos preguntándonos por qué no hemos ido a ver un concierto de José Luis Perales. Bueno, reconozco que aquí he exagerado, pero sí hay momentos en que uno preferiría estar viendo un campeonato de curling con escoba cepillo incluída. A partir de la aparición de Flash Gordon el nivel de descontrol aumenta, y el último tercio llega a salvar bastante la película, con escenas de violencia, persecuciones y hostias como si habláramos de un personaje humano y no de un simpático (?) Teddy Bear.

Yo no voy a recomendarla ni a dejar de hacerlo; eso corresponde a la decisión del sabio y avispado lector. Diría que si en la calle hacer calor y el nivel de frikismo propio es no inferior a 8 sobre 10 puede verse. En caso contrario, dependerá de lo que a cada cual le guste lo que den en la tele.

viernes, 17 de agosto de 2012

PROMETHEUS: Cachondeus

Puesto que en este mismo blog Juan analiza esta película desde el punto de vista de la ciencia-ficción y Rodrigo desde el punto de vista de la ciencia-médica, a mí, que no tengo nada de científica, solo me queda el tan socorrido “QUEREMOS RESPUESTAS” porque, como ya le decía Mulder a Scully: “la verdad está ahí fuera”.

PREGUNTAS TRASCENDENTALES:

El robot:
¿Por qué tiene que teñirse las raíces?

Si ni siente ni padece ¿por qué cada vez que un humano le recuerda que él es un robot se le pone esa cara de “arrevenio”?

Si David es antepasado de Bishop en vez de evolución se ha producido una involución, ¿no? ¡Como si no vas a creerte que ambos son familia! Aunque para ser sinceros si tienen algo en común: los dos son muy dados a “perder la cabeza”.

Y hablando de cabezas, puesto que cuando se la arrancan a David este sigue funcionando perfectamente (puede hablar y razonar) resulta evidente que las pilas, en su caso, no las lleva en el mismo lugar que los trajes de luces de los toreros (claro que siendo Fassbender quien lo interpreta ya dejó claro en “Shame” que no podría llevarlas ahí aunque quisiera porque no le queda sitio).

Propuesta: que lo reprogramen como “unidad de placer" (unhmmm), al igual que la replicante a la que interpreta Sean Young en "Blade Runner", ya que me consta que para ese menester “méritos le sobran”.

Los aliens:
El primer alien que aparece es una “bicha”, modelo cobra pero sin cabeza.

El siguiente es un pulpo, con cabeza de pulpo y tentáculos de pulpo.

El último es el auténtico “Alien, el octavo pasajero”.

Pero si resulta complicado aclararnos con el aspecto que presenta nuestro enemigo, más difícil es saber cómo combatirlo: al primer humano, a quien el mamón de David se lo da a beber, le produce una conjuntivitis de caballo (con los ojos muy muy rojos) y le amojama la piel, pero sigue siendo legal y antes de atacar a los suyos prefiere que lo asen vivo. Al segundo se le introduce por la boca y le sale, explotando, por la barriga. Al geólogo, “un colgado muy fumao”, no sé cómo, lo convierte prácticamente en super-man porque de repente tiene una fuerza sobrenatural que solo consiguen parar “quemando” (je, je) sus defensas. Y el colmo es que cuando sale de la tripa de “nuestro ingeniero creador”, a la cual no sabemos cómo ha llegado, lo hace ya como el alien primigenio…. ¡Así no hay quien acabe con estos bichos!

Los humanos: Como dice Juan, ¡menuda selección de personal!:

La jefa: tan estirada, tan estirada que parece que el pantalón de su uniforme le tira del tiro.

El comandante de la nave: ¡señor, sí señor. Sacrificio por mi planeta y lo que haga falta, señor!

La científica: una tía loca que busca la luz.

Hay un chino que ni pincha ni corta, por lo que lo sacrificamos también.

Del “notas” del geólogo ya he hablado.

El resto insustanciales. Miguitas para que los bichos vayan practicando.

Parecidos razonables: como normalmente la ciencia ficción me aburre (y en esta ocasión me aburrí y mucho), me entretengo pensando a que se parecen los objetos que aparecen en pantalla:

La nave Prometheus: un arañón de patas largas.















La nave de “nuestros creadores”: una herradura.

La imagen de la cara que aparece en el cartel promocional de la peli: la máscara de Jason de “Viernes 13”.




































¿Y qué me dicen de “la bodeguilla”? ¿Habrá aliens “gran reserva”?























En fin, solo me queda desear que los responsables de la sanidad pública no vean esta peli porque ante la “cápsula quirófano inteligente” seguro que se les llenan los ojos de chiribitas pensando en el número de cirujanos, anestesistas y enfermeras que se podrían ahorrar…..

¡Ah!, y menos mal que no tuve que ver la peli en 3D, porque entre las gafas de cerca, las de lejos y las de sol, si ahora tengo que añadir otras para ver “tontás” tridimensionales, voy a necesitar una carretilla la próxima vez que salga de casa… ¡que cruz!








jueves, 16 de agosto de 2012

El juego y la sombra de Ender













Hace unos años leí por primera vez la famosa novela “El juego de Ender”, de Orson Scott Card, publicada en 1985. La trama es muy interesante, ya que aborda el tema clásico de la invasión alienígena, pero va más allá que la mayoría de las novelas del subgénero “ciencia ficción militar”. El autor tenía la intención de escribir esta primera novela como una simple introducción a toda una saga, compuesta hasta el momento por los siguientes títulos:

1.El juego de Ender (1985)
2.La voz de los muertos (1986) 
3.Ender el Xenocida (1991)
4.Hijos de la Mente (1996)
5.La sombra de Ender (1999)
6.La sombra del Hegemón (2001)
7.Marionetas de la Sombra (2002)
8.First Meetings (2002)
9.La sombra del Gigante (2005)
10.Guerra de regalos (2007)
11.Ender en el exilio (2008)
12.Shadows in Flight (2012)
Hasta ahora, solo he leído las dos primeras. Los grandes temas de la saga se esbozan en la primera entrega, pero no se desarrollan hasta las siguientes: el encuentro entre especies de distintos planetas, que conduce a la guerra o a una posible colaboración, los problemas de comunicación entre especies y dentro de la propia especie humana…Orson Scott Card maneja con maestría elementos de política, psicología, biología y tecnología, creando mundos e historias muy verosímiles. El planteamiento es interesante y atractivo, y el desarrollo, entretenido, sobre todo en la primera novela.

El Juego de Ender ha conseguido gran popularidad y se ha convertido en su novela más conocida con diferencia, a pesar de su concepción original de mera introducción. Sus protagonistas, niños y adolescentes, llaman la atención de un público joven, aunque no se trata ni mucho menos de una novela apta para todos los públicos. De hecho, por momentos resulta muy violenta y desagradable. Pero su trama perfectamente ideada, las aventuras de Ender y su lucha épica en un ambiente hostil, las intrigas del ejército y los políticos, y las batallas estelares, atrapan rápidamente al lector. Es el típico libro que te consume y lo tienes que tener a mano y aprovechar cada rato libre para devorarlo.

Hace poco tiempo me plantee la posibilidad de continuar con la tercera entrega, pero de repente me di cuenta que el autor había escrito en 1999 otra novela que no continúa la serie, sino que narra los mismos acontecimientos, pero desde el punto de vista de otro alumno de la escuela de batalla: Bean (La sombra de Ender). Me llamó la atención este curioso planteamiento, y he la he leído a la vez que releía la novela original. Resulta interesante comprobar este recurso tan cinematográfico (iniciado, creo, con Atraco perfecto de Stanley Kubrick y Jim Thompson). De hecho, resulta muy interesante porque al final del audiolibro, el autor comenta que lleva años dándole vueltas a la adaptación cinematográfica del Juego de Ender, y finalmente ha escrito un guión que combina ambas novelas.


El proyecto parece que va adelante, y contará con actores de la talla de Harrison Ford y Ben Kingsley. El protagonista será Asa Butterfield (La invención de Hugo). 

http://www.imdb.es/title/tt1731141/

Cuando esta película se estrene, seguramente será un bombazo, y pondrá de moda de nuevo al personaje. Pero inevitablemente, resultará más o menos decepcionante, por la imposibilidad de trasladar al cine una historia como esta. De hecho, Scott Card finaliza el audiolibro con una frase que dice algo así como: “querido lector/oyente, aunque la película resulte un éxito, tu y yo sabemos que ésta (el audiolibro) es la mejor producción posible de mi novela”. Y estoy de acuerdo con él, la narración en audiolibro, producida por Audio Renaissance, es excepcional.




miércoles, 15 de agosto de 2012

Escritores americános: RICHARD YATES

William Faulkner, Hemingway, Scott Fitzgerald, John Steinbeck, Kerouac, Tobias Wolf, Richard Yates, Truman Capote, Norman Mailer…. Siento una profunda admiración por los escritores americanos porque los considero unos maravillosos retratistas de la sociedad que les toco vivir. Ellos, con sus novelas, despertaron mi curiosidad y avivaron mi gusto por la lectura. Para demostrarles mi admiración, al igual que mi amigo Juan está haciendo con sus mejores novelas de ciencia ficción, voy a escribir una serie de artículos dedicados a la novela americana.

Richard Yates, escritor, profesor y periodista estadounidense, nació en Yonkers, Nueva York, en 1926. Su infancia estuvo marcada por el divorcio de sus padres (tan solo contaba con tres años) y los constantes cambios de domicilio que tuvo que soportar. No es de extrañar, pues, la aversión que siente hacia la familia siempre recubierta de un anhelo secreto por la estabilidad perdida y tan anhelada.

Participó en la Segunda Guerra Mundial en Europa, donde contrajo tuberculosis. Fue otro excelente escritor atormentado por su adicción al alcohol. Murió en Birmingham, Alabama, en 1992.

En los años posteriores a su muerte, ninguna de sus novelas podía encontrarse editada ¿Por qué un escritor respetado y aclamado por crítica y público cayó en el olvido tan rápidamente? No sé cuál sería el motivo, pero tal vez influyera la crítica descarnada con la que retrata la vida de la clase media americana ¡Verse reflejado en sus novelas resulta demoledor!

Su debut en el mundo de la literatura se produjo, en el año 1961, con “Revolutionary Road”.

El cine, desde su nacimiento, ha caminado de la mano de la literatura ¡Qué mejor guión que algunas de las incr
eíbles novelas que sobrevivieron a sus autores otorgándoles la gloria que, por desgracia, muchos no llegaron a conocer en vida! El cine me descubrió a Richard Yates.

En diciembre de 2008, Sam Mendes dirigió “Revolutionary Road". Protagonizada por Leonardo Di Caprio y Kate Winslet, y logró trasladar a la pantalla toda la dureza que el libro desborda. Después de ver la película leí la novela de Yates y comprobé que es una de las mejores adaptaciones que se han hecho de una obra literaria para el cine.

La conmoción que Yates con su novela y Mendes con su película me provocaron, creo que puede entenderse mejor leyendo la crítica que, en su día, escribí sobre “Revolutionary Road” y que titulé:

LA NAUSEA

Durante toda la película me venía a la cabeza una expresión que resumía lo que la misma me estaba haciendo sentir: “La nausea”. Es el título de un libro de Sartre, cuyo contenido se acerca bastante al mensaje que yo recibí de la película: habla de la náusea hacia la vida cotidiana. El ser humano cumple con la sociedad manteniendo las leyes y reglas. También trabaja y no olvida sus responsabilidades. Esto es lo que conduce a Sartre a constantes náuseas ya que el hombre cumple con su rutina y acaba, así, convirtiéndose en monótono. Esta rutina vuelve al ser humano débil.

Desde los primeros momentos, me sumergí tanto en la historia que era como si formase parte de ella, como si me estuviera pasando a mí y por ello sentía una angustia creciente en el estomago ¡No solo me estaba produciendo emociones fuertes, sino que me hacía sentir síntomas físicos... es increíble! Recuerdo escenas aparentemente inofensivas, por lo cotidianas, pero que me producían un pánico creciente, por ejemplo cuando los Wheeler cuentan a los vecinos que esperan un nuevo hijo y su vecina, aparentemente muy contenta, dice: “Pues habrá que conseguirles una casa más grande”. Y entonces se muestra perfectamente que su complacencia, ante la adaptación de la pareja “especial” a la masa, es inversamente proporcional al terror con que April la mira al ser consciente de lo que ello significa.

Refleja la envidia de compañeros, vecinos, amigos, cuando, por un momento, creen que los Wheeler van a romper con la monotonía que los destroza y que van a cumplir el sueño común de libertad que todos añoran. Refleja, de igual manera, la salvaje, aunque soterrada, alegría de esas mismas personas, cuando comprueban que la pareja no escapara a ese destino que todos comparten y que han acabado por asumir como inevitable.

“¡Que horror, Dios mío, que horror de vida!”, pensaba todo el rato. Y aunque es muy fácil convencerte de que tu vida no es tan anodina, de que tú haces muchas cosas que te gustan y satisfacen intelectualmente, aquí es donde hay que destacar que la historia es tan buena que te obliga a justificarte ante ti misma.

La película no puede reducirse a un periodo concreto de la historia americana, ni a una pareja en particular. Es una crítica universal y extrapolable a cualquier época, relación o institución. Cuestiona el matrimonio, el instinto maternal, el papel de la mujer en la sociedad y en la familia, las relaciones familiares, vecinales y laborales. Habla de la perdida de las ilusiones, del sacrificio personal en aras de cosas impuestas, de los sueños rotos, del “amor” vacío. Habla de la imposibilidad de ser feliz y querer a los demás cuando no te quieres a ti mismo. Habla de la presión social, del conformismo impuesto a base de años de aleccionamiento no consciente, del valor o más bien de su falta.

La historia te envuelve, te atrapa, te arrolla. Te coloca al borde de un abismo a cuyo fondo te produce terror mirar porque temes encontrar la nada más absoluta.

No puedo añadir más a lo que ya he escrito.

Richard Yates, aunque no demasiado prolífico, escribió otras novelas como “Once maneras de sentirse solo”, “Una providencia especial” o “Las hermanas Grimes”.



domingo, 12 de agosto de 2012

PASIÓN POR LA MONTAÑA (II)





Portillón de Benás (2.445 m): brecha excavada en la piedra que une los valles de Benasque y el francés de Luchón. Este año la ausencia de lluvia y la persistente niebla, que nos acompañaron durante todo el recorrido el año pasado, nos permite apreciar las mejores vistas que existen del Aneto y la Maladeta (sin olvidarnos de las vacas, parte imprescindible de este paisaje pirenaico).


Sopla un viento bastante fuerte y cuando nos vamos acercando al portillón hace frio. No obstante las cuatro horas que tardamos no me suponen un gran esfuerzo y disfruto muchísimo de la subida y del paisaje ¡Que gracia! Nosotros llevamos el forro polar mientras que los franceses/as que cruzan van en pantalón corto y camiseta de tirantes.

 Sendero botánico/ Gorgues (cascadas) de Alba: hoy queremos descansar y en nuestro hotel nos recomiendan esta excursión, asegurándonos que es cómoda y muy bonita. ¡Realmente lo es! Os dejo algunas de las fotos de las especies que fotografié: 





























































Lac deth Còth deth Hòro: un itinerario que transcurre bajo los altos glaciares de la Maladeta y Aneto. El Lac deth Cóth deth Hòro (“Hòroen aranés significa sima) desagua en el Valle de Arán, aunque geográficamente pertenezca a la Ball de la Escaleta. Desde la Besurta al Forau dels Aigualluts. Inmediatamente después llegamos la preciosa cascada de Aigualluts, sobre la que accedemos al Plan dels Aigualluts, una gran pradera surcada por los meandros del río con vistas al Aneto.
 
Al final del llano, a la izquierda, un camino estrecho y pedregoso nos introduce en el barranco de la Escaleta. Una subida brusca y progresiva, auténtica senda “comebotas”, que te conduce hasta una depresión del terreno desde la cual ya podemos observar el amplio collado del Hòro (2.236 m), tras el que encontramos el ibón (lago) de su mismo nombre.



Han sido 16 kilómetros, ida y vuelta, durante 5 horas, por senderos solo aptos para cabras pirenaicas ¡Agotador!

Aínsa: día de relax. Vamos en coche hasta esta preciosa localidad oscense, cuyo casco histórico, de origen medieval, está declarado conjunto histórico-artístico desde 1965. Contemplad que maravilla:



















Puerto de la Glera: de gran importancia por ser uno de los pasos comerciales con el valle francés de Luchón. Es una excursión de alta montaña que nos permite contemplar la plenitud del alto Ésera y la parte occidental de los Montes Malditos. El camino, que juguetea con el Torrente de Gorgutes, zigzaguea por su orilla derecha hasta que, después de una hora caminando y tras una fuerte subida, lo cruza.


Continuamos hacia las faldas del pico de la Montañeta. El camino sigue empeñado en superar el acusado relieve del Torrente de Gorgutes y nos acerca al Ibón de la Solana. Transcurridas dos horas llegamos al Ibón de Gorgutes (2.320 m), que nos resulta bastante feo porque sus orillas son pedregosas, ariscas, poco acogedoras.


Estamos cansados, pero hay que llegar. Bordeamos la orilla izquierda del ibón y seguimos ascendiendo hasta llegar al Puerto de la Glera. A Las antiguas poblaciones de los valles pirenaicos les resultaba más fácil comerciar con sus vecinos franceses que con los habitantes de las tierras bajas. Para estos intercambios económicos con Francia las vías de comunicación tradicionales eran los llamados puertos de montaña, siendo el puerto de la Glera, el de la Picada y el de Benasque los más utilizados de este valle.


 
Las vistas del Valle de Luchón desde el puerto de la Glera son espectaculares. ¡Ha valido la pena!

Valle de Remuñe: al final de la carretera de Francia, hacia el oeste, tomamos un camino que supera un molesto barranco que se adentra en el bosque. A la media hora alcanzamos la Pleta dels Capellans que nos induce a creer, muy erróneamente, que será un excursión relajada y cómoda. Por la orilla hidrográfica izquierda del torrente, ascendemos progresivamente sobre un terreno herboso y más estrecho. Nos equivocamos de camino, tomamos el de la derecha y llegamos a una cascada que nos impide el paso. Intento cruzarla temerariamente y a punto estoy de caerme. Damos la vuelta.



Cuando estábamos decididos a renunciar, divisamos varios excursionistas que ascienden por un angosto camino en el lado izquierdo. Los imitamos y llegamos a un autentico mar de piedras, grandes y puntiagudas, que atravesamos con bastante miedo ante un posible resbalón y porque nos resulta difícil identificar los mojones que indican el camino. Es tan complicada la senda que tanto en la subida como en la bajada, puesto que no utilizamos bastones, nos vemos obligados a reptar, escalar, sentarnos, deslizarnos, y siempre utilizando manos y pies.

Cuando por fin llegamos al Ibonet de Remuñe (2.200 m), hemos empleado mas de 2 horas (deberíamos haber llegado en una hora y media) y pensar en la bajada nos impide disfrutar de la vista del lago, a cuyo fondo se puede observar la Forca de Remuñe.



Tal y como nos temíamos, la bajada ha sido horrorosa. Me he golpeado en la rodilla con un pedrusco puntiagudo ¡He visto las estrellas! Para rematar, cuando ya estábamos cerca de la carretera, he resbalado y caído de culo. Del golpe en la rodilla guardo un hermoso y morado cardenal (ahora ya amarillo). Mi caída de culo me reportó un generoso dolor durante varios días y una lesión en la pierna derecha de la que aún me estoy recuperando.

¿Qué si volveré el año próximo a Benasque? ¡Por supuesto! Es un valle tan hermoso, con tantos lugares por recorrer y admirar…. Te agota tanto como te encandila ¡Es espectacular!

viernes, 10 de agosto de 2012

EL JUEZ CIEGO

Bruce Alexander


Casualmente cayó en mis manos el libro de Bruce Alexander titulado “el Juez Ciego”. No conocía al autor ni  a su obra  pero enseguida me llamo la atención el argumento: situada  la acción en la Inglaterra de 1765, nos narra las peripecias de un joven huérfano aprendiz de impresor  que llega a Londres con la finalidad de perfeccionar el oficio que le enseño su  recientemente fallecido padre. No obstante,  pronto descubre la hostilidad de la gran ciudad y se ve envuelto en un engaño que motiva su comparecencia ante el juez Fielding.  Simultáneamente se produce el suicidio-asesinato de Lord Goodhope en circunstancias extremadamente misteriosas – aunque ya explotadas en otros libros de este género- . que también ha de investigar el juez Fielding. Si bien se trata de un juez ciego,  no es ciego a la justicia ni al entorno social en el que vive, y  a fin de evitar que el joven aprendiz- Jeremy Proctor- se vea envuelto en más líos,  lo  toma bajo su protección  a la par que éste le sirve como  lazarillo en sus averiguaciones.
Es una novela ligera y  altamente recomendable para el verano y para evadirse de las preocupaciones diarias. Es original precisamente por la ceguera del protagonista que suple con un fino oído y con una gran percepción de los olores 
 Esta es la primera de las 10 novelas que tienen como protagonista al juez Fielding, las siguientes por orden de publicación son:

Asesinato en Grub Steet
Tumba Inundada
Persona o personas desconocidas
Jack, Sota y el bufón
La muerte de un colonial
El color de la muerte
Contrabandista Luna
Un experimento en la traición
El precio del asesinato
Reglas de compromiso

Además me parece interesante porque la figura del juez está basada en el juez John Fielding, que efectivamente era ciego y que jugó un papel destacado en la creación del primer cuerpo de policía profesional de Londres y en la rehabilitación de jóvenes delincuentes. 


Respecto del autor son pocos los datos que he encontrado: Nació en 1932 en Chicago y falleció en Los Angeles en el 2003. Su nombre era Bruce Cook si bien adoptó el seudónimo de Bruce Alexander. Estudió letras y fue crítico literario y cinematográfico; publicó ensayos, entre los que destacan los que hacen referencia a la obra de Bertold Brech. Interesado por la novela policiaca y  lector de Ross MacDonald y de John Le Carré alcanzó el éxito a través de la misma.


jueves, 9 de agosto de 2012

‘Prometheus’: Atención médica en 2093

Muelle (Foto: Virgipix)

Nota: He estado dudando acerca del lugar más apropiado para colgar esta entrada: en el blog Regimen Sanitatis 2.0, con unas pretensiones digamos algo más “serias” o “profesionales”, o aquí, en El Frikismo ilustrado, un blog compartido que no deja de ser serio y riguroso en el abordaje de sus temas, pero indudablemente –y como su propio nombre indica- más raro, extraño o extravagante, y desde luego con un planteamiento algo más ‘acratoide’. Finalmente decido incorporarla a ambos…

Aprovechando el periodo vacacional hemos ido al cine a ver Prometheus, nombre de la nave científica que protagoniza la expedición que da título a la última película de Ridley Scott, en lo que se anunciaba como un esperado regreso a la ciencia ficción. Recordemos que dos de sus primeras películas, Alien (1979), en cuyo universo se sitúa esta nueva cinta, que se considera como una especie de antecedente o precuela de la misma y, sobre todo, BladeRunner (1982), pasan por ser hitos del género Sci-Fi en el cine de todos los tiempos.

El resultado, a pesar de una aparente brillantez formal, de su efectismo y de los generosos medios empleados, no deja de ser algo decepcionante. Aunque visualmente poderosa, con algunas escenas y secuencias de interés, la película aparece lastrada por una excesiva retórica, cierta pretenciosidad y un afán o ansiedad de trascendencia que acaba dañando las (tal vez desmesuradas) expectativas que había despertado.

El guión, en el que ha intervenido Damon Lindelof, uno de los responsables de la exitosa serie Lost, resulta (¿deliberadamente?) confuso y los actores dan vida a unos personajes muy planos y poco elaborados. Resulta significativo y paradójico que el androide ‘David’ sea tal vez el mejor y más acabado. Más allá de algunas inesperadas incongruencias, todo tiene ya un incómodo aire de ‘deja vu’ que acaba cansando.

Lo más interesante, y a ello dedicaremos el resto de la entrada, es que aparte de la película, Prometheus ha creado todo un mundo de contenido paralelo a su alrededor, (cosas de la promoción y del marketing). Incluso la compañía WeylandCorp. que financia la expedición de la nave, (teóricamente en el año 2093), tiene su propia página Web: en la que podemos ver las actividades y los campos en que desarrolla su hipotética actividad comercial: Electrónica, Energía, Transporte, Seguridad y Sanidad. ¡Incluye hasta un TEDTalk supuestamente grabado en 2023 por el presidente de la empresa, Sir Peter Weyland!

Veamos como estará la Sanidad dentro de 80 años, en 2093, según WeylandHealth:

«Los avances en la ciencia médica han mejorado miles de millones de vidas en los últimos 50 años -y más del 90% de estos avances proceden del reconocido sector de la salud de Weyland. Desde 2022, con el inicio de su primer programa sobre ciencias médicas, Industrias Weyland se ha convertido en un campeón sin igual para lograr mejor salud, mejor atención sanitaria  y mejores intervenciones quirúrgicas para salvar vidas. En ese medio siglo, los avances farmacéuticos y genéticos de Weyland han mejorado la esperanza de vida en la Tierra en un 16% y en un sorprendente 21% para los empleados de Weyland.

Hoy día, el sector de la salud de Weyland emplea a más de 80 millones de científicos, investigadores, técnicos, médicos y enfermeras. Estos profesionales sanitarios atienden a más de tres mil millones de ciudadanos por año en miles de hospitales y comunidades de toda la galaxia.

En 2034, Weyland Health destinó 500.000 millones de dólares en becas académicas para investigadores en el campo de la ingeniería genética. Esta financiación ha facilitado el descubrimiento de los procesos de selección genética, una parte vital del mundo de la salud reproductiva en la actualidad. En biotecnología, los productos farmacéuticos Weyland se utilizan en más hospitales, clínicas y unidades médicas extraterrestres que cualquier otra marca. En tecnología mínimamente invasiva, nuestra nueva línea de equipos quirúrgicos ha sido mejorada aún más, automatizándola y haciéndola más eficiente en el diagnóstico.

Weyland también ha ampliado su línea de productos a las innovaciones para el hogar y para su lugar de trabajo. Pueden encontrarse Centros Móviles externos de diagnóstico (MEDICs) en casi todos los hogares, aulas, almacenes y sistemas de transporte a través de toda la galaxia.

Desde el descubrimiento de la curación para los cánceres más frecuentes, Weyland persigue con mayor intensidad el logro de su visión de una población libre de enfermedad mediante una mejor tecnología e inversiones en investigación médica. En resumen, el logro de un mundo mejor a través de una mejor salud.»

Como se ve, resulta bastante creíble, muy similar -prácticamente idéntico- a los anuncios publicitarios de cualquier empresa de las que actualmente se dedican a comercializar seguros privados de salud.

En varios momentos de la película aparecen diversos aparatos médicos; el más destacado de ellos es una cápsula quirófano inteligente denominada 720i MedPod (una especie de robot quirúrgico Da Vinci automático evolucionado), en el que la protagonista se realiza a sí misma una cesárea.

Y este es el texto de la publicidad comercial ficticia que aparece en la página Web sobre la misma:

«Este mismo año industrias Weyland ha presentado el 720i MedPod, aprobado por la FDA. Es nuestra unidad más avanzada hasta la fecha. Puede diagnosticar, tratar y realizar una serie de procedimientos quirúrgicos con incisiones láser ultra finas guiadas por exploración anatómica en 3D. Los procedimientos incluyen desde el diagnóstico y el tratamiento de la infección mediante inyecciones de antibióticos concentrados, reparación básica de heridas, apendicetomía, extirpación laparoscópica y cesáreas. En la actualidad se han fabricado y desplegado una docena de unidades por parte de Industrias Weyland para llevar a cabo pruebas prácticas.»

Otros aparatitos y dispositivos médicos fabricados por Weyland serían:

MEDICS (Mobile External Diagnostic Centers)

«MEDiCs es una herramienta fundamental en cualquier espacio público y en entornos ciudadanos. MEDiCs proporciona tranquilidad y seguridad como nunca antes. Basta con abrir el armario de la pared y extraer el chaleco de diagnóstico. Una vez colocado sobre el paciente, MEDiCs determinará el alcance de todos los daños externos, analizará muestras de sangre si es necesario, mostrando los resultados en cuestión de minutos. El personal de urgencias puede también acceder inmediatamente a la información médica del paciente y transmitirla a los centros sanitarios más cercanos. MEDiCs puede ser utilizado por cualquier ciudadano mayor de edad y ya ha salvado millones de vidas.»

Reestabilizador Sináptico

«Otra destacable proeza tecnológica de los científicos de Weyland, el Reestabilizador Sináptico, a través de la inervación eléctrica precisa, despierta las neuronas inactivas en el tejido cerebral de pacientes fallecidos o moribundos. Esta delicada tecnología es muy sensible y está restringida a un selecto grupo de médicos y científicos. Los 9 Reestabilizadores existentes se han utilizado durante los últimos 2 años en facultades de medicina y centros de investigación biotecnológicos sólo para uso experimental, en espera de investigación por parte de la FDA.»

Cámaras Antigravedad de Recuperación

«Las Cámaras Antigravedad de Recuperación son una tecnología altamente sofisticada utilizada en hospitales y centros de rehabilitación. La investigación ha demostrado que los pacientes en condiciones antigravedad presentan una tasa de recuperación un 70% más rápido en lesiones traumáticas o enfermedad. Los científicos de Weyland han diseñado una instalación de tamaño de una habitación que simula condiciones de antigravedad al nivel deseado. Los pacientes pueden beneficiarse del tratamiento antigravedad, mientras se encuentran cómodamente en cama. Este producto se encuentra actualmente en una versión limitada exclusivamente a las principales áreas metropolitanas en la Tierra.»

Hasta aquí este hipotético catálogo futuro. Dos detalles: los visionarios guionistas de Prometheus creen que dentro de ochenta años seguirá existiendo la FDA (!) y la humanidad seguirá fascinada por la tecnología médica. Es muy posible que así sea, aunque otra cosa es saber si dicha tecnología será accesible y estará al alcance de la mayoría de la población, o únicamente estará disponible para algunos privilegiados que puedan pagárselo. Es decir, los mismos problemas que estamos viendo hoy mismo, en 2012...