jueves, 15 de marzo de 2012

Melancolía: Lars von Trier y la depresión



Lars von Trier, el genial y controvertido director danés, fue uno de los creadores del movimiento Dogma 95, que pretendía volver a realizar películas centradas en las historias, interpretaciones y diálogos, eliminando la música, efectos especiales, y demás elementos de distracción. Este movimiento fue responsable de grandes películas, aunque también de algún que otro pestiño, y reconozco que he visto muy pocas. Me gustaron, “Celebration” (Vinterberg 1998) e “Italiano para principiantes” (Lone Scherfig, 2000). El movimiento dispone de unas reglas estrictas que en general, no se han cumplido al pie de la letra.

http://es.wikipedia.org/wiki/Dogma_95

Me resulta especialmente incomprensible el tema de rodar cámara en mano. Creo que no imita para nada la visión humana. Al menos, cuando yo veo una escena en la vida real, no me bailan las imágenes (salvo que me haya pasado con el vino, claro), y desde luego, no me mareo, ya que los ojos y el cerebro siguen perfectamente los movimientos, cosa que no pasa con un dogmático pegando saltos con una cámara en el hombro. Pero bueno, esto es otro tema…

Las von Trier es autor de películas originales, impresionantes y controvertidas, como el emocionante musical “Bailar en la oscuridad” (2000), y la dura y turbadora “Rompiendo las olas”.

http://es.wikipedia.org/wiki/Rompiendo_las_olas

Recientemente he visto en el cineclub de Toledo “Melancolía”. Resulta complicada de ver, pero es un gran análisis sobre la depresión, el suicidio y la muerte, a la vez que trata de muchos otros temas: la sexualidad, las relaciones de familia, el miedo... La primera parte resume de alguna manera, en una boda, toda la vida y los fracasos de una atractiva mujer, Justine, atrapada en una terrible depresión. Kirsten Dunst realiza una interpretación maravillosa, quizás única en la carrera de una actriz, a años luz de su noño papel en Spiderman. Al parecer, era un papel pensado para Penélope Cruz, que ha perdido una gran oportunidad mientras hacía el payaso con los piratas en el Caribe. La belleza y la relación con el agua de Justine evoca el cuadro de Millais, “la muerte de Ofelia”

http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Millais_-_Ophelia.jpg

La segunda parte continua mostrando los terribles efectos de la enfermedad en Justine, y en su abnegada hermana Claire, que intenta sacarla del pozo con poco éxito, acogiéndola en su familia. La “pulsión de muerte”, tratada recientemente en la película “un método peligroso”, es demasiado fuerte en Justine. La francesa Charlotte Gainsbourg interpreta estupendamente a Claire, contrapunto de estabilidad, sentido común, entrega, firmeza y serenidad. Finalmente, un evento espacial relativizará todo de golpe, dando de alguna manera la razón a la nihilista Justine, que acepta con tranquilidad el final inevitable. Ahora será Claire la que se enfrente al horror y comprenda finalmente la angustia, la ansiedad y la profunda tristeza de su hermana. La película termina con un impresionante final, símbolo de nuestra impotencia ante la naturaleza, y frente a las emociones que nos arrastran.

En definitiva, una película arriesgada y valiente, que resulta sincera y profunda. Un relato preciso y terrible de la depresión y de la muerte. Es de agradecer que un director se atreva con una historia tan difícil y tan dura.

http://www.imdb.com/title/tt1527186/

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