lunes, 27 de febrero de 2012

Oscar 2012

Me cito a mí misma: “… O la curiosa fascinación que sienten los de la Academia de Hollywood por las historias que exigen a los actores una caracterización que los hace irreconocibles: Brad Pitt como Benjamin Button (envejece y rejuvenece); Charlize Theron en “Monster” (la afean tanto que parece otra mujer); Helen Mirren en “The queen” (un doble perfecto de la reina inglesa); Nicole Kidman en “Las horas" (por la nariz).

Estaría de acuerdo con que a todas esas películas les hubieran otorgado el Oscar a los efectos especiales, maquillaje, peluquería, vestuario, etc… pero de ahí a proponerlas como mejor película, actor o actriz… pues en algunas no estoy de acuerdo.” Este párrafo pertenece a mi crítica de la película “El extraño caso de Benjamin Button”, publicada el 9 de marzo de 2009 en Filmaffinity.

En la que escribí sobre “El discurso del rey”, publicada el 28 de febrero del año pasado, vaticinaba cual experta adivina: “Visto lo visto, os anuncio que el próximo año el Oscar a la mejor actriz ya lo tiene asegurado Meryl Streep que está rodando una película sobre Margaret Thatcher y cuyo parecido con “La Dama de Hierroestá muy conseguido”. ¡Pero que lista soy!

Por tanto, sobre el Oscar a la mejor actriz no tengo nada más que decir como no sea que el papel de Viola Davis en “The help” me gustó mucho (me alegro de que Octavia Spencer se haya llevado el Oscar a la mejor actriz de reparto, pues su interpretación, junto con la de Jessica Chastain, son lo mejor de la película) y que estoy deseando ver “My Week with Marilyn”, estrenada esta semana, con Michelle Williams una actriz que cada vez me merece más respeto.

Con “The Artist”, la gran triunfadora de esta edición al llevarse tres de las estatuillas más preciadas, pretendo no ser injusta. Aún no la he visto y no quiero prejuzgarla pero no puedo evitar pensar que, por muy maravillosa que sea, está siendo un pelín sobrevalorada por lo de ser muda y en blanco y negro…. ¡Con lo que costó traer el color y el sonido al cine y ahora nos deslumbra una película que imita a las de Charlie Chaplin, Laurel & Hardy o Harold Clayton Lloyd (por cierto, mi hermano el mayor se partía de risa con estas películas algo que yo no entendía ya que a mi no me hacían gracia).

'Chico & Rita', de Fernando Trueba, Javier Mariscal y Tono Errando, la vi hace tiempo en el cine club de Toledo y he decir que me gustó la música y la historia, pero los dibujos de Mariscal no me acabaron de convencer. Seguro que a los americanos les ha parecido poco menos que pornográfica.

En cuanto a la mejor película en lengua extranjera, la iraní 'Nader y Simin: una separación', de Asghar Farhadi, mi amigo Ángel, desde que la vio, nos está dando la lata con que es la mejor película que había visto el año pasado (claro que teniendo en cuenta que hace años que no pisa una sala de cine comercial y que a las únicas sesiones a las que acude son las programadas por el cine club de la ciudad donde, admitámoslo, la mayoría son película raras, pues su opinión tampoco es que la tenga muy en cuenta).

Los descendientes”, Oscar al mejor guión adaptado, me llegó especialmente por la sensibilidad con la que trata el tema de la muerte. Pese a reconocer que George Clooney no hace un mal papel (para mi es un pésimo actor) nunca he creído que se mereciera un Oscar por ello.

El árbol de la vida”: “No es una película fácil. No es lineal en el tiempo y en la primera parte su explicación del “Big Bang” (un caleidoscopio de luz, formas, ríos de lava, nebulosas), la gran explosión que dio origen al universo, para intentar entender el final de la existencia, aturde, confunde y también, es cierto, aburre un poco porque el director se regocija demasiado en ello. Al igual que en la maravillosa “La delgada línea roja”, Malick intenta discernir el significado de la vida y de la muerte desde un punto de vista místico que aspira a ser universal, seas creyente o no.”. Debido a ello no ha obtenido el reconocimiento que sin ninguna duda merece.

Pero mi máxima desilusión con los de Hollywood vino cuando la excepcional “Drive”, pura poesía urbana, quedó fuera de todas las categorías. Una muestra de que los americanos sienten rechazo hacia las películas duras y violentas, sobre todo si retratan a la sociedad americana. Una injusticia que el tiempo sin duda corregirá, como ha hecho con tantas otras que “los expertos” ignoraron en su día.

Lo mejor de la gala, sin duda, ha vuelto a ser la pasarela de moda…..






domingo, 26 de febrero de 2012

The Woman in Black

Nada mejor que refugiarte en el género de terror cuando te sientes afligida y un poco triste. No hablo de sangre y vísceras sino del miedo clásico, ese que te sumerge en una atmosfera oscura y tenebrosa y te envuelve poco a poco haciéndote que olvides cualquier preocupación. Así tu angustia real pasa a irreal y el hecho de poder gritar en el cine, amparada en la oscuridad de la sala y en la pertinencia de poder hacerlo por la historia, oculta tus verdaderos deseos de gritar por la pérdida de las personas queridas.

De una fotografía espectacular, que recrea a la perfección un ambiente lúgubre, aislado y dominado por el terror, la historia, pese a no sonar a nueva, sigue produciendo una angustia latente que se hace patente cada vez que una escena te anuncia un susto, que no por esperado deja de ser efectivo. Porque si, grité y lo hice varias veces además.

De una belleza sombría la casa que, si no consigue aterrorizarte por sí misma, lo logra por el hecho de que, al subir la marea, queda completamente aislada rodeada de agua. ¡No corras, si te escapas de los fantasmas te detendrá la marisma!

Daniel Radcliffe, empeñado en hacernos olvidar el mago que le dio fama y fortuna, realiza una buena interpretación, no exenta de matices. El resto de actores contribuyen a recrear esa sociedad de pueblo pequeño que detesta a los forasteros, dominada por creencias y supersticiones que los llevan a desconfiar de todo lo nuevo. ¡Y mira que es rencorosa la mujer de negro!

Es una entretenida película de terror.

martes, 21 de febrero de 2012

La playa de los ahogados





Este mes nos ha tocado leer “La playa de los ahogados” en el Club de Novela Negra Taiga. Se trata de la segunda novela de Domingo Villar, un escritor y periodista nacido en Vigo en 1971. Su primera novela, ojos de agua, ganó varios premios (Sintagma, Brigada 21, Frei Martín Sarmiento).



http://www.lecturalia.com/autor/394/domingo-villar




El autor es experto en vino y crítico gastronómico, lo que explica las suculentas descripciones que hace de la maravillosa comida marinera gallega, y de los vinos blancos que la acompañan. Quizás, por otra parte, estas referencias sirvan de homenaje al no menos experto Manuel Vázquez Montalban, que sometía a Pepe Carvalho a una envidiable dieta.




Un segundo homenaje a la novela negra en “La playa de los ahogados” podrían ser las definiciones de diccionario que encabezan cada capítulo, quizás una referencia a la afición del comisario Jaritos. Precisamente en el club hemos leído hace poco la última novela de Petros Markaris, “Con el agua al cuello”.




La novela transcurre entre Vigo y Panxón, un bonito pueblo de pescadores, que, aunque explotado por el turismo como tantos otros, ha podido conservar en parte su sabor tradicional. En la novela, Domingo Villar describe perfectamente el pueblo y su entorno, y denuncia la especulación inmobiliaria que lo ha destruido parcialmente. Es posible que este verano lleguen algunos turistas con la novela bajo el brazo, y se dediquen a reproducir los itinerarios del Inspector Caldas…




http://es.wikipedia.org/wiki/Panj%C3%B3n





Uno de los puntos fuertes de la obra son los pasajes en los que se describe esta zona de Galicia, sus gentes, su carácter y sus costumbres. El autor evoca perfectamente el clima desapacible, la salida de los pescadores, la actividad de la lonja, los bares del puerto…su lenguaje es preciso y evocador, y sólo por eso merece la pena leer la novela. Además, la trama de la investigación resulta interesante y contiene varias sorpresas. No faltan los tradicionales elementos de la novela negra: un sagaz inspector agobiado por problemas personales, un peculiar ayudante (quizás el personaje que resulta más inverosímil), una investigación contra reloj, unos personajes segundarios un tanto extravagantes…




http://elpais.com/diario/2011/06/05/galicia/1307269096_850215.html





Domingo Villar realiza un entretenido relato ambientado en su tierra, que describe con ironía y cariño. En definitiva, una buena novela que me anima a leer la anterior, “ojos de agua”.





http://detectivesdelibro.blogspot.com/2009/04/leo-caldas-domingo-villar.html










viernes, 17 de febrero de 2012

El fin de la eternidad

Ciencia, aventura, amor e intriga en la clásica novela de Asimov

Como muchos chavales a finales de los 70, me inicié en la lectura con las aventuras de los 5, escritas por Enid Blyton. La verdad es que resultaban muy divertidas, y ayudaban a pasar las largas tardes de verano, cuando todavía las consolas e Internet eran cosa del futuro. Tras recorrer todas las aventuras de Julian, Dick, Anne, Georgina y Tim, en la que la mitad del tiempo lo pasaban comiendo emparedados y bebiendo jengibre ¿no tenían coca cola a mano, o que?, empecé a explorar otros géneros literarios.

Por suerte, mi abuelo me introdujo al autor que iba a acompañarme durante los años de la adolescencia: Isaac Asimov. Aunque él era más partidario de su faceta de divulgador científico (con su “Introducción a la ciencia”, realizó un estupendo trabajo explicando las ciencias físicas y biológicas)

http://www.librosmaravillosos.com/introduccionciencia/index.html

yo enseguida me interesé especialmente por sus libros de ciencia ficción. Durante los 80 leí muchas de sus obras, pero dos tres quedaron especialmente grabadas en mi recuerdo: la trilogía de la Fundación, la serie de relatos “Yo robot”, y “El fin de la eternidad”.

Recientemente he releído (mejor dicho, escuchado en audiolibro), esta última novela. No recordaba apenas detalles de la trama (salvo el impactante final), pero si la idea general. Es una experiencia común “revisitar” algún libro de nuestra infancia o adolescencia, y decepcionarse con su nueva lectura. En este caso, a pesar de que ya no lo he disfrutado tanto como entonces, el libro no me ha defraudado. Sigue resultando divertido e interesante, auque quizás no muy recomendable para los no amantes del género.

El fin de la eternidad es una novela clásica del subgénero “viaje en el tiempo”. La dificultad de este tipo de novelas estriba en las paradojas insalvables de los viajes en el tiempo, y la complejidad y arbitrariedad que tienen que tener las tramas para salvarlas aparentemente. Aun así, en este caso, la historia se lee con agrado, y no resulta excesivamente compleja, hasta el final. El libro contiene dosis de ciencia, humor, aventura y romanticismo, una mezcla seguramente más atrayente para lectores jóvenes. Muy recomendable para regalar a los chavales de ahora, para que se olviden un rato de las consolas…


Según Wikipedia (resumido):

Isaac Asimov nació en Rusia en 1920, y murió en Nueva York en 1992. Fue un escritor y bioquímico ruso, nacionalizado estadounidense, conocido por ser un exitoso y excepcionalmente prolífico autor de obras de ciencia ficción, historia y divulgación científica. La obra más famosa de Asimov es la Saga de la Fundación, que más tarde combinó con su otra gran serie sobre los robots. También escribió obras de misterio y fantasía, así como una gran cantidad de textos de no ficción. Asimov, junto con Robert A. Heinlein y Arthur C. Clarke, fue considerado en vida como uno de los "tres grandes" escritores de ciencia ficción.

http://es.wikipedia.org/wiki/Isaac_Asimov

sábado, 4 de febrero de 2012

Deporte y ciencia




Este fin de semana se ha estrenado “Moneyball”, una estupenda película dirigida por Bennet Miller (conocido por su película biográfica sobre Truman Capote). En ella, se narra la espectacular temporada que realizó el equipo de baseball “Oakland Athletics” en el año 2002. El director del equipo, Beane (Brad Pitt) se enfrenta a una mala situación financiera y al traspaso de sus mejores jugadores. Ante esta difícil coyuntura, decide plantear una nueva y arriesgada estrategia, que la película explica realmente bien. Resulta interesante y comprensible incluso sin conocer este deporte, aunque cualquiera que siga el cine americano, cierta idea acaba adquiriendo sobre baseball, futbol americano, etc…



La nueva aproximación que realiza Beane se basa en la ciencia, más específicamente, en el análisis estadístico del rendimiento de los jugadores.




La película no entra en demasiado detalle en estos cálculos, lógicamente, pero si que aborda de forma inteligente la lucha entre los partidarios de la nueva metodología, y los que prefieren la intuición y la experiencia acumulada por los ojeadores de jugadores.


Además de este interesante ejemplo de las resistencias que encuentra cualquier innovación en una organización, se abordan otros temas que trascienden el mundo deportivo, especialmente la competitividad y la deshumanización del trato con los jugadores (extrapolable al maltrato a los trabajadores que por desgracia se produce en tantas empresas). También se plantea el clásico dilema, ¿familia o trabajo?, pero todo ello sin los exagerados sentimentalismos de otras muchas películas del género.


La película está recibiendo muy buenas críticas, merecidamente en mi opinión. Una gran película dirigida a un público mayoritario es siempre una buena noticia. Un buen trabajo de Brad Pitt, apoyado por estupendos actores como Jonah Hill, y sobre todo, el cínico y duro entrenador interpretado por un siempre inquietante Philip Seymour Hoffman






Y finalmente, destacar su gran guión. No me extrañó ver en los títulos de crédito a Aaron Sorkin, creador de la mejor serie política que se ha rodado, “El ala oeste de la Casa Blanca”.