sábado, 7 de enero de 2012

Drive

No sé como una película de coches y carreras ha podido emocionarme, pero lo ha hecho. No me gusta conducir, pero Ryan Gosling consigue que parezca algo romántico y hermoso.

No entiendo como una historia en la que unos mafiosos crueles y sin escrúpulos, empeñados en dejar a su paso un reguero de cadáveres sanguinolentos, puede resultar poética, pero lo es. ¡Pura poesía urbana! Es pausada e impetuosa, dulce y salvaje, tierna y muy dura. ¡Pocos pueden lograr una película así!

La relación, tan conmovedora, entre Ryan Gosling y Carey Mulligan, sus miradas, sus sonrisas, sus escasos diálogos, constituyen un remanso de paz en medio de la violencia que envuelve a todos los personajes. Verte reflejado en unos ojos que te miran con una dulzura hasta entonces desconocida te hace tener otra perspectiva sobre ti mismo.

El reparto, además de los dos actores principales, excepcional: Ron Perlman, el mafioso malo, y Albert Brooks el mafioso peor; Christina Hendricks, convertida en icono sexual gracias a su papel de Joan Holloway en la maravillosa serie “Mad Men”, en un papel corto pero intenso.

Me recordó a “Collateral”, de Michael Mann, por el aura de tristeza que envuelve a los personajes y que no los abandona hasta su muerte.

Hay escenas tan brutales y desgarradoras, como la de los dos personajes principales en el ascensor, que te encogen el corazón y te hacen removerte incomoda en tu butaca. Pero no se regodea en la pena, ni en el desencuentro, ni juega con falsos sentimentalismos. Al final cada uno sigue con su vida, en esa ciudad o en otra, aunque un poco más tristes y bastante más solos:

“Encontraré otra ciudad, mejor que esta.
Todos mis esfuerzos son una condena del destino;
y mi corazón está –como un cadáver– enterrado.
Cómo podría permanecer mi mente en esta tierra baldía.
A donde vuelvo los ojos, dondequiera que mire veo las ruinas negras de mi vida aquí,
donde pasé tantos años destruyendo y malgastando”. (Constantin Cavafis)

No me gustó la banda sonora. A una historia como ésta solo puede acompañarla un blues.

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