jueves, 27 de diciembre de 2012

El cuerpo

El debut en la dirección de Oriol Paulo, que se anunciaba brillante, ha quedado en un simple y breve destello. El mérito lo tiene quien haya realizado el trailer de la película porque aquél promete y engancha más de lo que consigue ésta. Misterio poco, terror ninguno y entretenimiento escasito.

Un inicio prometedor, por la desaparición de la muerta, se convierte en una historia tediosa, lenta y que no termina de arrancar. La larga estancia en al instituto anatómico forense, buscando asustarnos supongo, lo que consigue es envolvernos en un sopor pegajoso del que solo sales hacia el final de la historia. Pero tampoco es que éste sea brillante, que no lo es, porque hacia la mitad intuyes quien puede estar detrás y el resto se lo saca el director de la manga puesto que no da ninguna pista a lo largo de todo el metraje. No hay piezas que encajar, las acopla a la fuerza porque él lo vale.

El caso es que las actuaciones no son malas, exceptuando a Belén Rueda que entre el botox de su inexpresivo rostro, su excesiva delgadez, que da grima, y la baja calidad de su interpretación, no pasará a la historia del cine por esta película. Ni siquiera como cadáver ya que la escena en que aparece su cuerpo es una copia descarada de Laura Palmer en “Twin Peaks”.

En fin, que me ha decepcionado bastante. ¡Menos mal que tenemos el alisado japonés de Coronado!

domingo, 16 de diciembre de 2012

El Hobbit: un viaje inesperado

Esta es una historia con pies (los grandes y peludos de Bilbo) y cabeza (las de los 12 enanos) pero sin gota de sustancia. Al menos no para el tipo de público que abarrotamos las salas de medio mundo y contemplamos impacientes (¡a una por año!), sin pestañear, “La Comunidad del Anillo”, “La dos torres” y “El retorno del rey”, conscientes de que asistíamos a una de las mejores adaptaciones literarias llevadas al cine.

Una recreación perfecta de la fantasía épica que Tolkien tardó 10 años en completar y que los lectores de “El Señor de los Anillos”, escépticos, nunca creímos que fuera posible transformar en película, por su complejidad, por su profundidad y por su riqueza mitológica. La eterna batalla entre el bien y el mal, que puede adoptar miles de formas y rostros; el ansia de poder, la codicia, la camaradería, el amor incondicional, la capacidad de sacrificio. ¡Caímos rendidos ante el buen hacer de Peter Jackson!
 
Ahora un cuento que Tolkien escribió para sus propios hijos, sin más ambición que entretenerlos, se nos vende como “un viaje inesperado”, cual “callejeros viajeros”, desde la Tierra Media hasta el reino enano de Erebor, pasando por el bucólico valle de Rivendel y su espigada ciudad fortaleza. Pero si de algo peca este “viaje” es de previsible y repetitivo. Los efectos especiales no solo no ocultan sino que acentúan el carácter infantil y poco elaborado de la historia.

Realizada para la mayor gloria de las 3D, asistimos a una sucesión de objetos lanzados por los aires, precipicios que buscan provocar ataques de vértigo, vuelos de pájaros y personas, más precipicios, continuas caídas, y alguna que otra cancioncilla para animar el cotarro (en ocasiones, os lo juro, no podía dejar de preguntarme donde estaba Blancanieves).

La falta de mensaje, de diálogos, de sentido, se rellena, al igual que hicieron con la precuela de la trilogía de la “Guerra de las Galaxias”, con un sinfín de bichos, bichitos y bichotes que en nada tienen que envidiar a los que aparecen en la citada. Es más, el rey de los trasgos, con su papadón, parece un homenaje a Jabba el Hutt, una especie de gusano que aparece en uno de los capítulos de “Stars Wars”.

Los trolls, que en “The Lord of the Ring” son utilizados como arma de destrucción masiva por su tamaño, fuerza excepcional y poca inteligencia, aquí con la excusa de que están cocinando (¡donde está Alberto Chicote cuando se le necesita!), nos hacen sufrir una serie de chistes escatológicos que, sorprendentemente, arrancan algunas risitas entre el público que ya no sabe como sentarse.

No olvidemos al insufrible Radagast el Pardo, amigo de los animales, mago aspavientoso e irritante que se traslada de acá para allá montado en un trineo de conejos y en el que también se entretiene un buen rato el director para justificar que salgan más bichitos (arañas, erizos, pájaros).

Jackson perseguía dos objetivos con esta precuela:

- Pervertir el espíritu de la saga.
- Exprimir los bolsillos de sus millones de seguidores.

Ambos los ha conseguido.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Pronto, Montalbano sono!


Catarella, Montalbano, Fazio y Mimi Augello en la Comisaría de Vigata.

Amanece en Vigata, un pintoresco pueblo de Sicilia. Un hombre de mediana edad nada un rato antes de prepararse un estupendo desayuno en la terraza de su casa. Pero justo cuando empieza a beberse el café, recibe una llamada urgente de la comisaría. Al parecer, en algún recóndito lugar de la provincia de Montelusa ha aparecido un cadáver. Así comienza un episodio más de la estupenda serie de la RAI, “Comissario Montalbano”, que adapta las divertidas novelas del escritor italiano Andrea Camilleri sobre el comisario Silvo Montabano.
Entré en contacto con este escritor a través del Club de Novela Negra de la Librería Taiga de Toledo, y desde entonces me  he enganchado a él, y he leído toda la serie publicada hasta ahora (salvo la última que acaba de salir). Recientemente he visto los 18 episodios de la serie producidos por la RAI  entre 1999 y 2008 (en 2011 se han producido otros cuatro más). Esta serie es curiosa ya que sigue casi a tiempo real las propias novelas de Camilleri, con lo que observamos a su vez los cambios en los personajes, la tecnología, etc.
La serie adapta de manera extraordinariamente fiel las novelas de Camilleri, y algún relato corto. La duración de cada episodio, 1 hora y 45 minutos, permite desarrollar plenamente la trama de las novelas (que de por si son bastante cortas). Reconozco que comencé a ver el primer episodio con cierto escepticismo, ya que me había formado una idea mental sobre los personajes y lugares descritos en los libros, y temía verme decepcionado por la adaptación. Sin embargo, en este caso ha sido lo contrario. Desde ahora, el comisario tiene inevitablemente el rostro de de Luca Zingaretti (que borda su interpretación), su sufrida novia Livia el de Katharina Böhm, el mujeriego Mimi Augello será siempre Cesare Bocci, el eficaz inspector Fazio es Peppino Mazzotta, el indescriptible Catarella, Angelo Russo (quizás el personaje más complicado de adaptar sin caer en el rídículo), la bella y divertida Ingrid es Isabell Sollman, etc.
El tenaz comisario tendrá que lidiar con todo tipo de dificultades. En algunas ocasiones, serán la falta de recursos, jefes ineptos, intereses mafiosos,  prensa sensacionalista, etc…y en otras, bellísimas mujeres le pondrán todavía en más aprietos. Pero en sus pesquisas contará también con fieles aliados, y no dejará por un momento de disfrutar de la comida, paisajes y gentes de su amada Sicilia. Montalbano tratará de respetar ley, siempre que no se interponga en el camino de la justicia…
Pocas veces hemos podido disfrutar de una adaptación tan perfecta de una serie de novelas a televisión. Ver la serie es prácticamente releer las novelas, con la gran ventaja de escucharlas en un italiano divertido y fácilmente entendible con los subtítulos (no es nada recomendable ver la serie doblada porque pierde toda la gracia).

De vez en cuando,  una serie de este estilo “me cambia la vida” durante un tiempo. De repente, me veo envuelto en las vidas de personajes que poco a poco dejan la ficción para ocupar una dimensión algo más real. Ya me pasó con los atormentados personajes de  “A dos metros bajo tierra”, con los políticos todavía honrados de “El Ala oeste de la Casa Blanca”, con los divertidos frikis de “La Teoría del Big Bang”, con los policías y traficantes de "The Wire", etc. Lo mismo me ha ocurrido con “Comisario Montalbano”. Llegar a su fin crea un cierto vacío…pero afortunadamente me esperan otros cuatro capítulos, rodados en 2011, y su última novela, “La danza de la gaviota”. Al parecer, esta novela transcurre cerca del rodaje de la serie. El comisario no está nada contento con el actor que le interpreta, más joven y atractivo que él…
 
 

viernes, 23 de noviembre de 2012

El complejo del chimpancé

Una madre, su hija, y el universo

Nos encontramos en el año 2035. Una flota americana de maniobras en el Océano Índico detecta una extraña señal. ¿Se trata acaso de un misil enemigo?. Un helicóptero se acerca a investigar, y recupera un inquietante objeto…este es el clásico arranque del cómic francés “El complejo del chimpancé”, escrito por Richard Maranzano y dibujado estupendamente por Jean-Michel Ponzio (Dargaud 2009).


La historia se reparte en tres tomos (Paradoja, Los hijos de Ares y Civilización), y en ella se narra una aventura de exploración espacial, llena de referencias a las carreras americana y soviética. La parte de ciencia ficción está bastante bien desarrollada, aunque abusa un poco de las extrañas propiedades de la física cuántica. Por otra parte, el interés humano se centra en el dilema de la protagonista, la astronauta Helen Freeman, que se debate entre la realización de un gran sueño de exploración y la relación con su hija. Esta historia resulta bastante emocionante y está bien plasmada.
El cómic rinde homenaje a los grandes protagonistas de la carrera espacial, como Neil Armstrong, o Yuri Gagarin. Incluye elementos típicos de este tipo de historias: aventuras peligrosas, dossieres secretos, rivalidades, grandes descubrimientos…y transmite muy bien la perplejidad y asombro de un ser humano ante la inmensidad del espacio y del tiempo, las posibilidades que nos ofrece y las barreras a las que nos enfrenta.

Una interesante historia, emotiva, magníficamente dibujada, y estupendamente editada, que agradará a los amantes del género.
http://downthetubescomics.blogspot.com.es/2009/10/in-review-chimpanzee-complex-paradox.html

lunes, 19 de noviembre de 2012

Juego de tronos (II)

Yo, al contrario que Juan (ver su artículo titulado “Juego de tronos: los bestias del reino”), soy muy aficionada a la fantasía medieval con sus caballeros, princesas, magos, brujas, orcos, enanos, gigantes… Con 15 años leí “El señor de los anillos” (aún recuerdo la sensación de no poder dejarlo, el cansancio de ojos) y por supuesto he visto (cuando la estrenaron y varias veces en televisión) la maravillosa adaptación que hizo Peter Jackson para el cine.

También he leído “Ivanhoe”, de Sir Walter Scott, y he visto la película de Richard Thorpe que protagonizó Robert Taylor. Por supuesto he visto casi todas las que han hecho sobre Arturo y los caballeros de la mesa redonda. La más reciente “King Arthur”, dirigida por Antoine Fuqua y protagonizada por Clive Owen, uno de mis feos guapísimos. Aunque mi favorita sobre este celebre personaje es “Excalibur” de John Boorman. La eterna lucha entre el bien y el mal, claramente diferenciados y opuestos, es la base de todas esas historias. Siempre resulta fácil tomar partido. En “Juego de tronos” la cosa se complica.

Recrea a la perfección la barbarie, violencia e inestabilidad propia de esa época. Con el ansía de poder como telón de fondo, se enfrentan clanes familiares que no atascan a la hora de utilizar cualquier método, arma o persona, para lograr su único objetivo: el trono de hierro. El dinero manda y la lealtad te mata. No valen normas ni códigos de conducta. Todos, cada uno dentro de sus posibilidades, luchan con uñas y dientes para salirse con la suya.
El único valor que se erige como verdadero, y al que todos parecen respetar, no es tanto la familia (puesto que abundan los incestos, los hijos bastardos, los amantes, etc) sino la sangre (me refiero a los lazos de sangre y no a la otra aunque ésta corre como un río en cada capítulo). Cada casa hace honor a su lema: “Un Lannister siempre paga sus deudas” no habla de honor sino de dinero, por algo son los más ricos. “Winter is coming” (el invierno se acerca) refleja la misión, especialmente dura, que asume la casa Stark, guardianes del Norte: mantenerse en constante alerta preparados siempre para lo peor. El de la casa Baratheon, “Nuestra es la furia”, retrata a la perfección a sus miembros: fieros en la batalla pero de poco seso. El de los Targaryen y sus dragones “Fuego y sangre”.

La historia te produce un creciente desasosiego porque no hay infancia, no hay respeto, no hay justicia, no hay honor… aunque, eso sí, para mayor gozo de Juan, hay zombis del Norte.

¿Quién es mi personaje favorito? Hasta que lo mataron, Lord Eddard Stark por razones que saltan a la vista (no solo porque esté muy bueno, que lo está, sino porque es bueno), a quien el hecho de ser nombrado “mano” del rey, le hace perder la cabeza (de hecho lo de ser “mano” era un cargo nada apetecible por lo poco que solían durar aquellos que lo ocupaban).
Ante mi grandísimo disgusto por la desaparición en la primera temporada de este personaje, no me quedó otra que elegir uno nuevo y mi favorito pasó a ser Tyrion Lannister, el enano, el nomo, el medio hombre. Ser una continua decepción para su padre y su corta estatura le hacen desarrollar, para sobrevivir, una inteligencia muy por encima de la media junto con un sentido del humor que impide que su vida se convierta en el infierno que podría haber sido. Deslenguado, procaz, sensible, putero, curioso, son algunas de las cualidades que lo adornan. Sus diálogos son de lo mejor de la serie.

Las mujeres no son presentadas como meros objetos decorativos sin otra misión que parir hijos. Las hay crueles, sucias, guerreras, pérfidas, mentirosas, pero todas ellas las pasan canutas dentro de sus respectivas clases sociales: las nobles son “vendidas” para cerrar alianzas con otras familias. Las pobres son usadas y vejadas por los suyos y por los ricos. Al resto solo le queda ejercer de putas freelance, con lo cual no sacan ni para comer, o contratarse en burdeles como el de “Meñique” (uno de los personajes que más odio) donde a cambio de un poco de seguridad sufren bastante más esclavitud.

En un mundo en cambio constante, con una esperanza de vida tan corta, lleno de miedo e incertidumbre, ves como incluso los más crueles tienen sus momentos de flaqueza y te das cuenta de que detrás de cada uno de ellos hay una triste historia que los ha hecho convertirse en quienes son. Siguen sin caerte bien, pero llegas a entenderlos.

La temática, el desarrollo psicológico de los personajes, la perfecta ambientación, los escenarios naturales, las brillantes interpretaciones, hacen de esta serie algo que no debes perderte. Te emociona, te cabrea, te engancha. ¡Es fantástica!

domingo, 18 de noviembre de 2012

En le mente del asesino

Cuando el psicópata asesino en cuestión tiene un encefalograma plano, meterse en su mente obtiene como resultado un aburriiiiimiento que te aturde y predispone a la siesta, sobre todo si asistes a la sesión de las cuatro de la tarde.

Sin negar que Matthew Fox ha hecho un esfuerzo físico evidente para variar su apariencia alejándola de la del beatifico Jack de “Lost”, dicho esfuerzo no se corresponde con su actuación que provoca risa más que miedito. Y es que ir de asesino cruel y pasado, al que le gusta el dooooolor, y que, cuando te roza en el hombro una bala de nada, exclames: “Uisss. Os vais a enterar de quién soy yo” pues claro te induce a pensar que el malo, más que malo, es calentito y bastante simplón.

No obstante aún es peor lo del detective psicólogo (que no sé yo como los del FBI le hacen una oferta laboral viendo como razona el tío): con solo un crimen ya cataloga al asesino, del que no sabe nada, de psicópata, establece su “modus operandi” y concluye que nooooo, no atacará a los policías porque le hayan impedido realizar su misión.

A partir de ahí, el psicólogo detective se convierte en un fuera de la ley que reparte estopa a diestro y siniestro y que usar su mente, lo que se dice usarla, pues la usa poco, es más parece que no tiene ni pizca de seso.

Esta película, un tostón aburrido sin lógica ni coherencia, ni siquiera sirve para hacerte reir porque al final te acaba molestando que traten como si fueras estúpido….

¡Si Giddeon (el mejor agente de la Unidad de Análisis de Conducta del FBI, dedicada a la elaboración de perfiles criminales) levantara la cabeza! Si eres fan, como es mi caso, de la magnífica serie “Mentes Criminales”, este bodrio te resultará insultante.

domingo, 11 de noviembre de 2012

El nombre: bromas peligrosas.


 

Alguna vez por la mañana he escuchado en el coche algunos programas en los que locutores supuestamente graciosos llaman a la casa de gente, y se inventan todo tipo de chorradas cada vez más absurdas, con la idea de gastar una “broma”. Este tipo de programas fueron muy populares, incluso en televisión, y hubo hasta una película, creo recordar. Estas bromas ponían muchas veces a la víctima en situaciones muy delicadas y de gran tensión, al tener que ver con temas económicos y afectivos. Nunca le he visto la gracia, la verdad. Me gustaría ver la reacción de los bromistas sometidos a su propia medicina; sospecho que no les haría tanta gracia la cosa.
Pues bien, este fin de semana he visto en Madrid una estupenda película francesa que utiliza una broma como hilo argumental. Se trata de “Le Prénom” (el nombre), dirigida por Alexandre de La Patellière y Mathieu Delaporte, basándose en una obra de teatro escrita por ellos mismos. Esta película me había pasado desapercibida, pero varias personas me la han recomendado, y yo voy a hacer lo mismo.

En ella, nos encontramos con Pierre, profesor de literatura francesa en la Universidad, y Élisabeth, profesora de instituto. Son un matrimonio acomodado pero comprometido y de izquierdas, de gran nivel cultural. Por otra parte, invitan a cenar a un amigo de la infancia, Vincent, un atractivo y triunfador agente inmobiliario, que acude con su guapa mujer Anna, y finalmente, Claude, trombonista, soltero, un hombre sensible y tranquilo.

Vincent, divertido y animado, trae pensado algo especial para la cena. Una broma (que no vamos a comentar, claro), que va a traer consecuencias imprevistas. Durante la cena, se plantearán temas políticos, sociales, familiares y amorosos, de una manera impactante, divertida e inteligente. La película va tomando fuerza y nos mantiene en tensión todo el tiempo, a la vez que nos hace reír, pero también sufrir por los personajes. La película recuerda un poco a “La cena de los idiotas”, “Pequeñas mentiras sin importancia”, y a “Un dios salvaje”.  Las excelentes interpretaciones mantienen un tono teatral, pero curiosamente a pesar de ser una especie de farsa, cada vez se vuelve más real, y es fácil identificarse con alguno de los personajes o situaciones.
Muy recomendable ver esta película, o la obra de teatro si tenemos ocasión. Está recibiendo justamente muy buenas críticas.

http://www.filmaffinity.com/es/reviews/1/147745.html

Y es que la combinación familia+ vino+graciosillo provocador puede resultar muy peligrosa…

http://www.locoporelcine.com/2012/09/critica-el-nombre.html

 

sábado, 3 de noviembre de 2012

La Casta de los Metabarones.


 Toma toba, pekadorr de la galaxiaa...
 
Nos encontramos en una extraña galaxia, llena de planetas exóticos y de peña de dudosa ralea. En la ciudad enterrada de un planeta abandonado se esconde el Metabúnker, la fortaleza del último Metabarón, Sin Nombre. Dos robots esperan aburridos a que regrese su amo de alguna peligrosa misión. Para matar el tiempo, el más pequeño de los dos robots comienza a desgranar la historia de la Casta de los Metabarones, los guerreros más valientes y mortíferos de la historia del universo (de este y de varios otros paralelos...). A lo largo de casi 600 páginas de un cómic maravillosamente ilustrado por el argentino Juan Antonio Giménez, iremos conociendo la brutal y entretenida historia tramada por el chileno Jodorowsky.
Ya habíamos comentado en este blog el estupendo cómic “El Incal”, escrito por Jodorowsky con ilustraciones de Moebius. Uno de los personajes de El Incal era precisamente el Metabarón, y en este largísimo cómic, conoceremos en detalle la historia de su casta, desde los tatarabuelos Othon y Honorata, los bisabuelos Agnar y Oda, los abuelos Cabeza de  Hierro y Vicenta Gabriela de Rokha, pasando por a Aghora el Padre-Madre, hasta llegar al  último Metabarón. Disfrutaremos de sus aventuras estrambóticas, llenas de intriga, honor, traición, humor, violencia y un sexo un tanto friki.

La obra tiene elementos surrealistas típicos de Jodorowsky, pero no resulta tan estrambótico como El Incal, y mantiene una lógica interna más estructurada. Se aproxima más a una ópera espacial, con muchos elementos de sagas clásicas de héroes mitológicos (griegos y nórdicos), y de obras de ciencia ficción como Dune (Jodorowsky trabajó muchos años en una adaptación al cine de esta novela). El autor finaliza cada episodio con un “cliffhanger”, una técnica muy cinematográfica. Es muy de agradecer que, aunque el guión recurre a elementos mágicos, sin embargo se las apaña para poner en serios apuros a los protagonistas, que tendrán que recurrir al ingenio para sobrevivir a múltiples situaciones comprometidas.
Sin alcanzar la genialidad de El Incal, resulta muy entretenido y convincente dentro del peculiar estilo de Jodorowsky. Es capaz de introducir elementos muy imaginativos, que no mencionaremos para no adelantar nada al lector. Este cómic está disponible en volúmenes separados, y en un libro recopilatorio muy bien editado por Random House Mondadori. Y en este blog encontramos una buena crónica, con más detalles de la obra.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Skyfall (“caída del cielo”)


Me cito a mi misma reproduciendo parte de la crítica que escribí sobre “Cowboys & Aliens”: “Mujeres hedonistas de todo el mundo, nuestra eterna búsqueda del goce ha terminado. Daniel Craig encarna el placer adulto para disfrutar con los cinco sentidos. Con la vista porque no hay mayor deleite que verlo caminar: ¡que elegancia, que porte, que sensualidad! Con el gusto, porque no dejas de relamerte cada vez que ofrecen un buen plano de su magnífico culo (y ofrecen bastantes). Con el tacto porque no te resulta difícil imaginarte entre esos brazos fuertes y poderosos… ¡ay! Con el oído porque el doblaje que le han puesto, una voz ronca y parco en palabras, te hace suspirar toooooodo el rato. Y con el olfato, porque aunque no percibes su aroma, te hueles que sea el que sea te dará igual porque el conjunto es irrepetible. ¡Como coge el pitillo, como agarra el vaso acodado en la barra del bar! ¡Gracias al responsable de esos primeros planos de su rostro curtido, que parece cincelado en roca, y de esos ojos azules fríos como el acero!”
 
Si a todo lo anterior le añades reloj marca Omega, gafas y trajes impecables de Tom Ford, el mejor diseñador de ropa masculina que existe y uno de los mejores de ropa femenina (Gucci aún llora su marcha), decir que 007 es irresistible se queda corto.

El título ya habla de la dualidad que caracteriza esta película: a la vez que hace referencia a la escena inicial, donde 007 cae herido desde el espectacular puente Varda, línea ferroviaria Estambul-Bagdad, 98 metros de altura, también tiene un componente emocional que se advierte durante la evaluación de James por uno de los psicólogos del MI6, quien debe valorar si es apto para volver al servicio activo (una de mis escenas favoritas) y cuyo significado se descubre hacia el final de la historia.
 
El viejo Q es reemplazado por una nueva versión pop que proporciona a James tecnología “última generación” y que da pie a una pelea verbal entre ambos, que no tiene desperdicio, a propósito de la fuerza de la juventud y la importancia de la experiencia.

En el 50 aniversario del más celebre espía de todos los tiempos, Sam Mendes nos presenta un sabio ejercicio cinematográfico donde, magistralmente, juega con todos los ingredientes imprescindibles de la saga, en clave de humor (vuelven los diálogos ingeniosos), y con numerosos guiños a los actores que encarnaron a 007 antes que Craig y a las películas que éstos protagonizaron.

Lo que no entiendo es por qué a Daniel, con el físico más potente de todos los actores que han interpretado a 007, le colocan como oponente femenina, tanto para la chica mala como para la peor, a mujeres “bicho palo”, a quienes el poder aparentar que tienen curvas les obliga a contorsiones imposibles de la espalda según el objetivo sea dibujar unas caderas inexistentes o algo de culo.

Roger Moore, Bond durante 12 años, en el libro que ha escrito titulado “Bond on Bond” afirma que Daniel Craig ha sido, hasta la fecha, el mejor agente 007 (en agradecimiento se cita expresamente el título de “For Your Eyes Only” una de las películas que él protagonizo). Craig, sin embargo, aunque reconoció que todos los actores que dieron vida a Bond aportaron algo al personaje, opina que el mejor ha sido Sean Connery. De hecho en esta ocasión el coche, otro de los elementos clave de Bond, es el Aston Martin DB5 en tono plateado que condujo Connery en “Goldfinger” y que San Mendes vuelve a utilizar para, en tono jocoso, proporcionarnos otro de los diálogos hilarantes, repletos de fina ironía, entre M y 007 a propósito de lo “poco” conocido que es el modelo en cuestión y de las “sorprendentes prestaciones” que ofrece, en especial el famoso asiento eyector en la zona del copiloto que te permite librarte de compañeros de viaje plastas.

Todos los momentos de acción, carreras, persecuciones, saltos, rinden culto, en cierta manera, a las películas anteriores. Mendes, al tiempo que los mantiene para no defraudar a los seguidores, se desmarca de ellos dando prioridad a las interpretaciones de los actores. Su interés se centra en mostrarnos por qué son lo que son y como son y para ello los aleja de la tecnología y el ruido (en esta ocasión baja muchísimo el nivel de decibelios porque hay menos choques, tiros y explosiones) y los aísla en lugares cerrados, en parajes solitarios, enfrentándolos a sí mismos, a sus conciencias y a sus rivales en un cara a cara que, desde mi punto de vista, convierte la película en algo más que “otra de acción” sin dejar de serlo.

Casino Royale” devolvió a 007 el esplendor de sus primeros años; “Quantum of Solace” le hizo tambalear nuevamente; “Skyfall” lo convierte en el mejor de toda su historia.

Adele, con su maravillosa voz, así lo ratifica.

Por cierto, ¿se nota que Daniel Craig me pone cardíaca?


martes, 30 de octubre de 2012

Por la Ribeira Sacra

Partí hacia el Norte en busca del otoño (todo aquel que conozca Toledo sabe que solo tiene tres estaciones: verano, invierno y la del tren) ¡y vaya si lo encontré! Han sido cinco días de lluvia intensa y engañosamente constante por unos paisajes de ensueño:

Pintaron de gris el cielo
y el suelo
se fue adornando con hojas
se fue cubriendo de otoño
 
Tras un viaje de siete horas arribamos a nuestro destino: A Penalba (Nogueira de Ramuín, Ourense), pueblecito situado entre las laderas de dos montañas; un balcón natural que te regala unas vistas impresionantes del río Miño.

En este paraíso natural se ubica “O Remanso Dos patos”. Hotel pequeño, cálido y acogedor donde cada detalle está cuidado con esmero. Una decoración coqueta que invita a la relajación y al descanso. Un trato atento y cercano, sin resultar invasivo. Una cocina repleta de deliciosos sabores tradicionales, sazonada con una pizca de modernidad. Un lugar para disfrutar.

Como hemos llegado a la hora de comer, y no podemos hacerlo en el hotel al no estar previsto, sin bajar las maletas nos acercamos a Os Peares. Elegimos un bar al lado de la carretera donde comprobamos que las moscas gallegas (las ventanas y la puerta están abiertas de par en par) son tan pesadas como las manchegas. Pese a todo la comida no es mala: nos dejan encima de la mesa una fuente gigante de lentejas con chorizo y oreja de cerdo y un jugoso bistec con patatas. Lo más impactante de este lugar, aparte del recorrido serpenteante del río, es el viaducto, una impresionante estructura aérea que permite circular por encima de nuestras cabezas enormes camiones a gran velocidad. ¡Pone los pelos de punta!

Después de un pequeño paseo por el pueblo, hay que desentumecer los músculos cansados y contraídos después de tantas horas de coche, tornamos al hotel para deshacer el equipaje y descansar. Una ducha calentita y a las nueve cena en el bonito comedor: foie de pato casero, carrillada de ternera y sorbete de arándanos. ¡Menuda delicia!

El segundo día amanece lloviendo. Tomamos nuestro primer desayuno en el hotel: yogurt, zumo, tostadas, croissants, mermelada y café que, debo insistir, me gusta muy caliente.

Ponemos rumbo hacia Santo Estevo de Ribas do Sil, monasterio benedictino, hoy parador nacional, situado en pleno centro de la Ribeira Sacra, lugar de confluencia de los ríos Miño y Sil.
Desde lo alto de la carretera contemplamos la impresionante fachada barroca del S. XVIII envuelta en lluvia y niebla, lo que confiere al lugar un halo onírico que lo hace parecer irreal.

Ya dentro, recorremos los tres claustros: el de los Obispos, el más antiguo, comunica directamente con la iglesia. El claustro pequeño está situado al norte del anterior. El de la Porterí¬a o claustro Grande, situado al oeste de los dos anteriores, es de planta rectangular. La iglesia (cerrada porque cuando llueve entra agua pero que, amablemente, nos abren para poder visitar) es románica pero con elementos de estilo gótico.
 
Tierra de frailes y afiladores, disfrutamos de una exposición sobre estos últimos que cuenta con fotografías, dibujos, esculturas y las clásicas bicicletas que utilizaban las gentes que se dedicaban a este oficio. Igualmente recorremos “A pegada dun psiquiátrico” exposición que conmemora el 50 aniversario de la creación del Hospital Psiquiátrico “Dr. Cabaleiro Goás” de la localidad ourensana de Toén. Una serie escultórica sobre la locura, realizada por Florencio de Arboiro, fotografías de los internos, diversos objetos de éstos y otros utilizados en sus terapias, te van narrando la historia del nacimiento, evolución y decadencia de este centro. ¡Realmente curiosa!

Todo comenzó cuando el dios Jupiter, prendado de la hermosa tierra gallega quiso poseerla y para ello la atravesó con un río, el Miño. Su mujer, la diosa Juno, celosa por tener que compartir su amor con una extraña, pensó que si en la faz de la aquella hermosura abría una gran herida, Jupiter terminaría rechazándola. Esta herida, que en algunos lugares llega a los 500 metros de profundidad, es lo que conocemos como los Cañones del Sil, un espectacular paraje que recorre el corazón de la Ribeira Sacra” (Centro de Interpretación, Monasterio de San Pedro de Rocas).

Nos detenemos, pese a la lluvia y el fuerte viento que nos impide guarecernos bajo un paraguas, en uno de los miradores que te permiten contemplar los cañones del Sil rellenos de niebla. Desde “A mirada máxica”, segundo de los miradores que visitamos, divisamos a lo lejos, desde unas pasarelas de madera colgadas en el vacío, el catamarán que recorre el río y que no cogemos porque llueve tanto que no vamos a poder disfrutar de las vistas.

Parada de Sil localidad donde se ubica, entre bosques de castaños centenarios (recolectamos algunas castañas del suelo para probarlas), arrullado por el rumor del río y las hojas, el Monasterio Santa Cristina de Ribas de Sil, uno de los mejores exponentes del románico rural gallego.

Tiene su origen en el asentamiento de eremitas que se refugiaban en las orillas del río. Desde el siglo XII perteneció a la orden benedictina que construyó el primitivo monasterio y la iglesia. Este monasterio, el lugar donde se halla, es de una belleza apabullante. Entiendes porque aquellos ermitaños, que anhelaban recogimiento y una vida de oración, escogieron este lugar.

Si Dios existe este rincón sería algo muy parecido al paraiso terrenal. El sonido del silencio, solo roto por los murmullos del bosque y del agua, te envuelve, te arropa y, sin saber cómo ni por qué, sientes una especie de melancolía dulce que casi te hace llorar. Es una sensación extraña pero muy real. Siguiendo por la carreteruca mojada, mal asfaltada, sin líneas y rodeada de una vegetación espesa, tanto por arriba como  por los lados, llegamos a A Teixeira, otro pueblecito ourensano, donde nos detenemos para comer en un bar de obreros.
Un breve descanso, ahora no llueve, y ponemos rumbo hacia Castro Caldelas, centro histórico de la comarca de Tierra de Caldelas, donde se yergue, imponente, el castillo. Esta fortaleza, que data del siglo XIV, tanto por el entorno en el que está situada como por su magnifico estado de conservación, es algo que merece la pena ver.

Tras visitar el Santuario da Nosa Señora dos Remedios, nos acercamos, dentro de la misma localidad, a “O Forno” (Rúa Toural, 6), casa fundada en 1929, a comprar una bica mantecada, dulce típico de la Ribeira Sacra, elaborado con mantequilla, azucar, huevos, masa fermentada, harina, canela y limón. Como dice en su publicidad: “La sabia combinación de métodos artesanos ancestrales con ingredientes de la máxima calidad, permite recuperar y expresar en este dulce típico los aromas y sabores tradicionales”. Es un postre suave y esponjoso aunque, para mi gusto, excesivamente dulce.

A las afueras de Castro Caldelas se encuetra el Monasterio de Xan Xoán do Camba, fundado en el siglo X, uno de los más antiguos de Galicia. Leo, sorprendida, que fue un monasterio dúplice, es decir, que en el convivían hombres y mujeres, ¡qué modernos! Es una pena, pero no podemos visitarlo porque está cerrado. Como vuelve a llover, y pronto anochecerá, decidimos regresar al hotel. Estamos cansados pero hemos difrutado con los cinco sentidos.

Tercer día. Hoy empezaremos por Esgos donde se encuentra el Monasterio y eremitorio de San Pedro de Rocas, el más antiguo de Galicia, y uno de los más antiguos de Europa, cuyo origen se remonta a los inicios del cristianismo y de la vida monástica en Galicia. Data del año 573 y en 1923 fue declarado monumento histórico-artístico.

Todo el conjunto arquitectónico de San Pedro de Rocas consta de tres naves excavadas en el interior de una gigantesca roca del Monte Barbeirón.
Se cree que estas naves se ubicaron en el interior de la piedra aprovechando la existencia de cuevas de antiguos pobladores. Llama la atención su original campanario situado sobre una peña exterior. De valor incalculable son sus famosos sarcófagos, de forma antropoide, excavados en la misma roca que sirve de base a toda la estructura.

Recomiendo a todo el que viaje a esta zona que no deje de visitar este monasterio y el de Santa Cristina de Ribas de Sil. Son auténticas joyas tanto por su valor histórico-artístico como por los enclaves en los que se ubican.

Seguimos hacia Xunqueira de Espadanedo para ver el Monasterio de Santa María de Xunqueira. Recorremos su hermoso claustro románico. La iglesia, también románica, está abierta pero a oscuras, por lo que apenas podemos apreciarla.                                                    

En Montederramo nos aguarda el monasterio de Santa María de Montederramo un enorme edificio de estilo herreriano (muy parecido al Monasterio de El Escorial). Está cerrado y un cartel en la puerta te informa de que para visitarlo debes solicitar hora en el Ayuntamiento.

Si podemos entrar al claustro donde, para nuestra sorpresa, nos encontramos un coche aparcado dentro. Además una parte del techo está prácticamente en ruinas por lo que creo que debería estar cerrado.

Es una pena que esté tan deteriorado y en ese estado de abandono porque es realmente bonito.

Después de una parada para comer, volvemos a la carretera. A nosotros, que venimos de la Mancha y hemos vendimiado durante muchos años, nos llaman enormemente la atención los viñedos.
 
La Ribeira Sacra, dado que las vides están plantadas en las laderas de los valles y en los desfiladeros de los ríos Miño y Sil, es una de las zonas vinícolas más llamativas de España. ¡Sabiendo lo dura que es en tierra llana, no quiero ni pensar lo que tiene que ser la vendimia aquí!

Cruzamos a la provincia de Lugo para visitar Monforte de Lemos, núcleo de la comarca conocida como Tierra de Lemos, la población más grande de la zona, Me resulta francamente decepcionante. Es una localidad repleta de feos edificios de pisos, mucho cemento, aluminio y poca o nula preocupación por la estética.

Intentamos entrar al Colegio de Nuestra Señora de la Antigua (impresiona por su fachada), conocido como el Escorial Gallego, pero no podemos porque tiene que ser visita guiada y a unas horas establecidas.

Cruzamos el río Cabe, por el puente viejo, hacia el convento de las Clarisas que también está cerrado.

Subimos al parador, lloviendo nuevamente a mares, y preguntamos si se puede visitar. La avinagrada recepcionista nos indica que la cafetería está al fondo. Volvemos al hotel arrepentidos de habernos desplazado hasta aquí.

Hoy, último día de nuestra estancia, vamos a dedicarlo a Ourense. A la entrada de la ciudad te recibe el Miño que los romanos domaron con la construcción del majestuoso Ponte Veilla o Maior (que ha sufrido numerosas reconstrucciones), controlando a partir de entonces el paso del río y la explotación de las aguas termales (“aquae aurente”, la llamaban, ciudad de oro y del agua).


Impresionante el Puente del Milenio, inaugurado en el año 2001, un estructura curva que combina acero y hormigón. Cuenta con una pasarela peatonal que se eleva a 22 metros de altura, ofreciendo unas vistas excepcionales de la ciudad a todos aquellos que se atrevan a subir.

El río y sus orillas, limpias y muy cuidadas, junto con los puentes que lo atraviesan, son lo mejor de una ciudad poco atractiva en las afueras por la cantidad de feos bloques de pisos que denotan una ausencia total de preocupación por el paisaje.

En el casco histórico la Catedral de San Martiño, templo románico tardío con algunos elementos góticos, me parece desmesurada en las proporciones, parca en el adorno y fría en su conjunto. Más fortaleza o castillo que templo sagrado invita poco al recogimiento y la oración.

Bastante llamativa la Iglesia de Santa Eufemia, antigua iglesia de los jesuitas, de estilo barroco gallego, por su curiosa fachada cóncava.

As Burgas”, muy célebres en la ciudad, es un conjunto de tres fuentes de aguas termales y mineromedicinales que manan a 67º.

La Praza Maior, con su forma irregular, resulta atractiva gracias a los balcones y galerías de las casas de los siglos XVIII y XIX.

Debo decir que de las ciudades gallegas que conozco Ourense no es la que más me ha gustado (A Coruña sigue encabezando la lista seguida de Santiago).

En este viaje he entendido el significado de la palabra “morriña”. Los bosques repletos de castaños, hayas y robles melojos, tan verdes, tan espesos, que invitan a creer en brujas, duendes y trasgos. ¡Son mágicos! La lluvia que te saluda por la mañana y te despide por la noche. La niebla que recorre los cauces de los ríos. La gente con su engañoso hablar dulce y cadencioso detrás del que se ocultan caracteres decididos y fuertes.

Una tierra que te atrapa y seduce con la melancolía que de ella emana. Un lugar al que querrás volver.

La banda sonora de este viaje solo podía ser “Negra sombra”, poema de Rosalía de Castro perteneciente a su obra “Follas novas”, en la nostálgica voz de Luz Casal acompañada por la flauta de Carlos Núñez.

lunes, 29 de octubre de 2012

Blancanieves con mantilla negra




Pablo Berger es un relativamente poco conocido cineasta vasco, especializado en videoclips y publicidad. Al menos, yo reconozco que no le conocía. Leo en wikipedia que su primera película fue Torremolinos 73, película que debe ser un tanto friki, y que resultó exitosa. Me la apunto para verla.

http://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_Berger

En cualquier caso, este currículum no me parecía demasiado prometedor a la hora de decidir ir a ver su última obra, “Blancanieves”. Pero el hecho de ser un proyecto muy original, y estar protagonizado por Maribel Verdú, me animó a verla…y a descubrir así una obra maestra, una película genial.

Lo peor es que se haya estrenado después de la estupenda “El artista”, que salió triunfante de su apuesta por recrear una película de cine mudo en blanco y negro. Esta bonita película nos sorprendió a finales del 2011, demostrando una vez más que la calidad del cine radica más en el guión y en las interpretaciones que en los medios técnicos. Es una pena, porque habrá mucha gente que piense que Blancanieves copia a la película francesa, y no es así.

http://www.imdb.com/title/tt1655442/

Blancanieves realiza una apuesta a priori muy arriesgada: fusionar el cuento de los hermanos Grimm con los aspectos más “cañís” de España: la copla, el baile, los toros...El resultado es espectacular. El cuento se vuelve negro, cruel, terrible, mientras que la Sevilla de los años 20, su toreo y su flamenco, se sublima y alcanza una belleza emocionante.


La película evoca obras como “La parada de los monstruos/Freaks” de Tod Browning, de 1932 (Tuve ocasión de ver esta película en cine hace unos años, y aun resulta sobrecogedora), o “Viridiana” de Buñuel. Nos sumerge en un mundo cruel y esperpéntico, pero también hermoso a su manera. Existen muchas similitudes entre el circo de Freaks y los bomberos-toreros-7 enanitos de Blancanieves. De Viridiana recoge su crítica despiadada hacia la sociedad tradicional, y comparte su humor negro y aspectos surrealistas.

http://www.blogdecine.com/criticas/blancanieves-genialidad-atemporal

Las interpretaciones en Blancanieves son magníficas. Por supuesto, Maribel Verdú, que borda el papel de madrastra, pero también las dos actrices que interpretan a Blancanieves. Especialmente la niña Sofia Oria, que resulta entrañable.

Mucha suerte para el director en su carrera por los Oscars. Él lo tiene muy claro, lo va a ganar, ¡que para eso es de Bilbao!. Y con esta obra maestra bajo el brazo, no le falta razón…

http://cultura.elpais.com/cultura/2012/09/27/actualidad/1348740265_170247.html







sábado, 20 de octubre de 2012

El engaño Hemingway (1990)


París, principios de los años 20. Un joven Ernest Hemingway se traslada a vivir con su mujer, Hadley Richardson,  al Barrio Latino. En París, el joven periodista tiene ocasión de conocer a escritores de la talla de Gertrude Stein y James Joyce, a artistas como Picasso o Miró, etc. Heminway envíaba artículos al periódico Toronto Star. Pero además, se está dedicando a escribir sus primeros relatos cortos e incluso una novela. En diciembre de 1922, Hemingway  queda con su mujer en Ginebra, y le pide que le traiga sus relatos.  Hadley empaqueta todo el material, incluyendo las copias a carbón, y abandona por un momento la bolsa de mano en su compartimento del tren, que todavía no había partido de la Gare de Lyon. Cuando vuelve a los pocos minutos, la bolsa ha desaparecido.
Este hecho verídico es el sugerente comienzo de la entretenida novela de ciencia ficción “The Hemingway hoax”, escrita por Joe Haldeman. Ya hemos comentado previamente su  extraordinaria novela “La guerra interminable”. En esta ocasión, Haldeman juega con el concepto de realidades paralelas para configurar una elegante trama llena de sorpresas. La historia comienza suavemente, pero poco a poco se complica y se vuelve más interesante. El autor no se corta un pelo a la hora de introducir elementos sexuales, y cuando lo necesita, violentos. Pero en ningún momento abandona un tono humorístico y desenfadado, que hace la lectura muy entretenida.

La novela sirve de homenaje a Hemingway, invitando al lector a conocer más sobre su apasionante vida.

domingo, 14 de octubre de 2012

Perro, tres vidas – Gato, una

Frankenweenie (Tim Burton, 2012)

¿Cómo va uno a dejar pasar la ocasión de ver una recreación de la historia de mi tocayo Frankenstein y su criaturita, encima realizada por Tim Burton en animación 3D y en blanco y negro? En realidad, aunque sea animación 3D, porque los muñequitos así están diseñados, la he visto en la versión 2D. No creo que las tres dimensiones sean un recurso que haya que utilizar sistemáticamente, a riesgo de ceder demasiado protagonismo a la forma sobre el fondo y a que los árboles no nos dejen ver el bosque. Esto último no sé si es adecuado aquí, pero un refrán en medio del texto siempre le da un algo de respetabilidad.

No se trata de un remake propiamente dicho, sino una visión personal de Burton sobre la ultraversionada historia de Mary Shelley, con muchos detalles laterales que le dan contenido y la hacen una versión nueva y diferente. Mal vamos a hablar de remake si de entrada la cosa a resucitar es un perro, mascota de un Victor Frankenstein infantil, en una pequeña ciudad estadounidense, probablemente en la década de 1950. Con todo, la recreación de ambientes sórdidos, el cementerio (¿Por qué siempre llueve en los entierros?), el laboratorio, algunas escenas de terror supersticioso popular, etc, nos llevan al film de 1931 dirigido por James Whale y protagonizado por Boris Karloff. O si se prefiere bajar un poco el nivel de tensión, nos podríamos remitir a El Jovencito Frankenstein de Mel Brooks, con Gene Wilder y Marty Feldman. Esta última, sin embargo, no tenía ninguna pretensión de seriedad o mayor trascendencia, mientras que la película que nos ocupa es muy sentida y muy seria. No perdamos de vista, por si mi torpe crítica puede llevar a ello, que hablamos de animación con personajes bastante grotescos, muy de Tim Burton, y por lo tanto el lenguaje visual va a ser diferente.

Para mi ha sido un disfrute desde el principio hasta el final, y trufado de pequeños detalles mayores y menores, muchos de los cuales seguramente se me habrán escapado. Evidente e hilarante homenaje a Gremlins y un guiño a la autora de la novela de 1818, a quien toman prestado el apellido (realmente el de su marido Percy) para dárselo a una de las mascotas resucitables. También nos encontramos una particular visión de Godzilla. Todo ello en una historia que pasa del universo micro al macro en una escalada homologable a cualquier gran clásico de terror. Si no fuera porque vivimos una época en que la industria se atropella a sí misma en una rueda que todo lo aplasta, me atrevería a afirmar que estamos ante un futuro clásico del cine de animación de terror. Altamente recomendable. Puro universo Burton con cierto toque de desarrollo Spielberg. Si hubiera algo que criticar, diría que el final podría haber sido... Bueno, que cada cual opine.

Si es que alguien que llama a su gato “bigotitos” merece que le pase cualquier cosa.

Magic Mike


It's Raining Men
 (http://www.youtube.com/watch?v=hGLZqDXau98&feature=player_detailpage)

Muy alto dejaron el listón los chicos de “Full monty”. El bajito, el viejo, el gordo, el flaco, el negro, el blancucho pelirrojo y “caballo”, demostraron que pese a tener cuerpo “escombro” lo importante para deleitar al público femenino era la gracia, la picardía y, sobre todo, la actitud. Su “acero caliente” consiguió traspasar la pantalla y emocionar y divertir a partes iguales. Comedia, drama social y gente que buscando una solución al gravísimo problema del paro encuentra una salida a ritmo de Hot Chocolate y Donna Summer con sus “You Sexy Thing” y “Hot Stuff” haciendo bailar a medio mundo con ellos. ¡Eso si es dejar huella!

Si seguimos hablando de strippers, desnudos masculinos o actores porno, no podemos olvidarnos de “Boogie Nights” donde Mark Wahlberg también luce anatomía. Esta película está basada en la vida del mítico John Holmes, uno de los actores porno más famosos de todos los tiempos y a quien, probablemente, el simple hecho de miccionar cada día, con las correspondientes sacudidas posteriores, le provocó el conocido como “síndrome del túnel carpiano”…. ¡que su pene medía entre 25 y 28 cm!

Con “Magic Mike” tenemos sobre un escenario cutre una caterva de individuos cuyo casting no tiene desperdicio: Matthew McConaughey, Mateo para los amigos, no se ha tenido que esforzar para aparecer como un cateto con palillo en la boca y botas de cowboy (con el sombrero de barras y estrellas remata el look). Paleto tejano pero, eso sí, sin oler a vaca (“Texas, más ganado que demócratas”), sino como los propios ángeles, que para eso Dolce & Gabbana inexplicablemente, al menos para mí, lo han elegido como imagen de su perfume “The One Gentleman”.

Channing Tatum, con ese cuello toro, tiene a su favor que, si no ha sido doblado, es capaz de hacer unos movimientos que parecen bastante complicados, por lo que tiene su merito… Cuestión aparte sería su capacidad como actor.

Adam Rodríguez resulta que dejó su prometedora carrera como C.S.I. en Miami, a las ordenes del petirrojo Horatio Caine, como el agente Eric Delko, para iniciar otra bastante dudosa como stripper también en Miami… ¡menudo carrerón! (y encima tiene el culo fofo).

Para el final he dejado “al hombre”, Joe Mangianello, quien ha logrado que los vampiros dejen de ser mis monstruos favoritos y sean desbancados por “el hombre loboAlcide Herveaux de la serie de televisión “True Blood”.

En resumen, estamos ante un “Flashdance”, versión masculina, con menos acrobacias y más culos al aire. En el femenino tenemos a Alex, chica, que sueña con llegar a ser bailarina (profesión femenina por naturaleza) y entretanto, para poder vivir y pagar sus clases de baile, trabaja por el día como soldadora y de noche baila en un club nocturno. En el masculino tenemos a Mike, mostrenco, que sueña con tener su propia empresa, para que nadie le mandé, diseñando muebles (control, creatividad e independencia, características inherentes a cualquier profesión masculina que se precie) y que, mientras lo logra, trabaja por el día en una obra y por la noche baila en un club, bueno más que bailar menea sus atributos.

Película superficial, plana, sosa y encima moralizante. Definitivamente Steven Soderbergh no se encuentra entre mis directores favoritos.

¡En fin, en cuestión de desnudos inolvidables y excelentes actores siempre nos quedará Fassbender!