jueves, 24 de noviembre de 2011

El astrónomo más "pringao" de la historia



Guillaume Le Gentil fue un astrónomo francés del Siglo XVIII, más conocido por su mala suerte que por sus aportaciones científicas (que no fueron pocas, por cierto).

Le Gentil nació en Coutances, el 12 de septiembre de 1725. Sus padres reunieron todos los nombre y apellidos que pudieron, para bautizarle como “Guillaume Joseph Hyacinthe Jean-Baptiste Le Gentil de la Galaisière”, nada menos. Le Gentil comenzó brillantemente su carrera astronómica, descubriendo algunos objetos Messier, como M 32, M 36 y M 38, y la maravillosa nebulosa M 8, e ingresó en la Academia Francesa de Ciencias.

Para 1761 estaba previsto un tránsito de Venus, fenómeno de gran importancia científica, especialmente en aquella época en la que todavía no se conocía con precisión el tamaño del sistema solar .

http://elfrikismoilustrado.blogspot.com/2011/07/una-cita-con-venus.html

(Perdón por la autoreferencia….)

Le Gentil zarpó de Francia el 26 de marzo de 1760, con el objetivo de observar el tránsito del año siguiente desde la costa este de India. Sin embargo, pronto descubriría que sus viajes no iban a ser precisamente de placer. El barco en el que navegaba se vió pronto infestado por ratas, y se declararon casos de peste a bordo. Con el miedo en el cuerpo, consigue llegar a la Isla Mauricio en julio de 1760. En marzo de 1761, se embarcó en la fragata la Sylphide con destino a la Costa de Coromandel, y más precisamente Pondichery, en la India. Al llegar a su destino, se enteran de que la guerra había estallado entre Francia e Inglaterra, y que por tanto era entonces peligroso intentar desembarcar en Pondichery, que estaba en manos inglesas. La fragata emprendío el retorno y el día del tránsito, el 6 de junio 1761, en plena mar, el día se presentó claro, pero las observaciones astronómicas no pudieron ser realizadas en forma precisa, por causa de los movimientos de la embarcación.

http://es.wikipedia.org/wiki/Guillaume_Le_Gentil

Sin embargo, Le Gentil se tomó un par de vasitos de Burdeos, se vino arriba y decidió permanecer en la India hasta el próximo tránsito. Total, sólo tenía que esperar 8 años más...
Después de haber pasado cierto tiempo cartografiando la costa este de Madagascar, Le Gentil recorrió el Océano Índico, y decidió observar el tránsito de 1769 desde Manila. Sin embargo, la zona se encontraba en guerra, y en vista de la poca hospitalidad recibida por parte de las autoridades españolas, partió de nuevo hacia Pondichery, zona francesa desde el Tratado de Paz de 1763. Llegó en marzo de 1768. Tuvo tiempo de sobra para construir un pequeño observatorio, instalar sus instrumentos, y esperar pacientemente. Esta vez iba a triunfar. Finalmente llegó el día señalado, 3 de junio de 1769. La emoción iba en aumento….las mañanas precedentes habían sido claras y despejadas…pero justo aquel día especial se presentó cubierto, y en consecuencia Le Gentil no pudo realizar observación alguna...putain!

Justo después del tránsito el cielo despejó de nuevo. Esta vez el golpe del destino fue brutal, ya que el tránsito siguiente no se produciría hasta ¡1874! Demasiado tiempo incluso para el paciente héroe.

Al cabo de unos días, sumido en una bien merecida depresión, escribió el infortunado astrónomo:"Por más de dos semanas quedé en un abatimiento singular y casi no tuvo el coraje de tomar la pluma para continuar mi diario, y varias veces se me cayó de las manos cuando llegó el momento de informar a Francia sobre la suerte de mis operaciones ...Este es el destino que a menudo espera a los astrónomos. Había viajado más de diez mil leguas; había cruzado una gran extensión de mar, exiliándome a mí mismo de mi tierra natal, sólo para ser espectador de una nube fatal que vino a situarse delante del sol en el momento preciso de mi observación, para alejar de mí los frutos de mis dolores y de mis fatigas. "

Sin embargo, no acabaron aquí los infortunios del pobre hombre. Lo peor estaba por venir. Afectado por una disentería, Le Gentil permaneció en la India durante nueve meses, postrado en la cama. Cuando finalmente reunió fuerzas para el viaje de vuelta, su barco se enfrentó a una tempestad que lo obligó a desembarcar en la Isla Reunión. A continuación, reservó pasaje de regreso a bordo de un buque de guerra español que quedó desarbolado durante un huracán en el Cabo de Buena Esperanza y fue arrojado al norte de las Azores antes de poder finalmente llegar al puerto de Cádiz. Le Gentil cruzó España, los Pirineos y puso al fin pie en suelo francés, después de once años, seis meses y trece días de ausencia.

Cuando llega a su casa, esperando una gran fiesta de bienvenida y unas botellitas de Moet Chandon, se entera de que había sido declarado muerto, y sus bienes repartidos entre sus herederos y acreedores. Además, ¡Ninguna de sus cartas a la Academia de Ciencias había conseguido llegar!. Por ello, su puesto de académico había sido concedido a otro científico. Para rematar la historia y que no le faltara detalle, su mujer se había casado con su mejor amigo…

http://www.lafactoriaecija.com/index.php?option=com_content&view=article&id=137:gentil&catid=61:cajon-del-sastre&Itemid=76

Cualquiera en su lugar habría puesto el cuello en la guillotina más próxima, pero afortunadamente destino decidió por fin dar tregua al desdichado astrónomo. Le Gentil se casó de nuevo, tuvo una niña, y vivió feliz durante 20 años, protegido por el Rey de Francia, que se apiadó de él. Eso si, el viaje más largo que hizo a partir de entonces fue un día que compró dos baguettes en la boulangierie de la esquina...

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