martes, 25 de enero de 2011

Física para frikis...

Jarr Pekadores sus vais a hacer pupita con el acelerador de partículassss...
Douglas Preston (1956, Cambridge EEUU), es un autor muy conocido del género “technothriller”. Se trata de un campo a medio camino entre la ciencia ficción y la acción, con tramas exageradas basadas en avances científicos relativamente creíbles. Aunque se ajustan a un patrón muy estudiado para enganchar al lector (grupo variado de caracteres de todo tipo, malo malísimo, heroe bueno y enamorado, proyecto científico o de exploración, factores que concurren para desencadenar un lío espectacular), no deja de resultar eficaz, al menos para frikis como yo.

Preston ha escrito muchos libros en colaboración con otro autor, Lincoln Child. Comenzaron escribiendo algunos de los mejores relatos del género: Mount Dragon (1996), Riptide (1998), Thunderhead (1999), y The Ice Limit (2000). De estos cuatro, me quedo con el último, una estupenda aunque exagerada historia de descubrimiento en la Antártida. Por otra parte, estos dos autores han ido escribiendo una saga de novelas que fueron pasando curiosamente desde el género del technothriller al "policiaco":

Relic (1995). Esta novela fue llevada al cine.
Reliquary (1997)
The Cabinet of Curiosities (2002)
Still Life with Crows (2003)
Brimstone (2004)
Dance of Death (2005)
The Book of the Dead (2006)
The Wheel of Darkness (2007)
Cemetery Dance (2009)
Fever Dream (2010)

He ido leyendo estas novelas, porque me hace mucha gracia su carácter principal, el “agente especial” Pendergast. Un tipo elegante y refinado, preciso y mortífero, atribulado y bastante loco. Los argumentos son cada vez más retorcidos e imposibles, pero resultan un buen divertimento friki.

De Preston como autor en solitario he leído dos novelas: tyranonosaur Canyon, que resulta entretenida, y la más reciente “Blasphemy”.

Esta última es la que he leído más recientemente. Resulta también un entretenimiento agradable, sin muchas pretensiones, aunque plantea algunos temas de más calado, sobre todo la difícil relación entre ciencia y religión, y el enfrentamiento con los movimientos cristianos integristas en EE.UU. La novela cuenta con todos los elementos del género: un proyecto científico de gran calado (un acelerador de partículas en Arizona), un grupo de científicos un tanto grillados, un líder carismático con una agenda oculta, una difícil historia de amor, malos de tebeo, políticos, masas exaltadas…. un cóctel explosivo. A pesar de su estilo fácil de best-seller, tiene momentos interesantes y originales, sobre todo cuando el acelerador de partículas realiza un descubrimiento inesperado y espectacular…

www.prestonchild.com/

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